Luego de muchas reuniones y a solo una semana, el “Encuentro del sindicalismo combativo contra el ajuste” anunciado para Racing se levantó.
La intención por parte de las la mayoría de las organizaciones que venimos coordinando en el Encuentro Sindical Combativo siempre fue ampliar un reagrupamiento para la lucha y la recuperación sindical, con el objetivo que se pudieran incorporar, en un nuevo plenario, expresiones del movimiento obrero independientes y combativas. Trabajamos para eso y recibimos con gran satisfacción y expectativas la convocatoria que se hizo desde Aceiteros, delegados de la Línea 60, con los ferroviarios de Haedo, AGD, etc. Luego se ampliaría a otras organizaciones. Así se disparó el plenario del 5 de marzo.
La organización transitó diferentes momentos y debates que fueron configurando lo que después iba a ser una crisis, emergiendo las concepciones el fondo que iba a hacer naufragar el encuentro sindical. Hicieron crisis concepciones que no parten de los procesos y organismos de masas, para que éstos sean los verdaderos rectores y base del Encuentro. Sino que se expresaron concepciones que en definitiva ponen por delante a una proclamada vanguardia para una acumulación en definitiva de tipo electoral. Y éste es un problema de fondo a la hora de iniciativas de este tipo donde conviven procesos de lucha y sectores que no se subordinan a un partido o no tienen como objetivo la acumulación electoral.
Esto se expresa la mayoría de las veces en el “poroteo” de ciertas corrientes y partidos, o las impugnaciones a dirigentes y corrientes o hasta la proyección de tal o cual candidato hasta desviar los objetivos de la propia iniciativa central, en este caso un plenario para fortalecer la lucha contra el ajuste macrista y por la recuperación sindical. En el terreno político, estas concepciones tienen su expresión en cuanto al grado de amplitud de las corrientes independientes, clasistas y combativas en el movimiento obrero para enfrentar al macrismo.
Nosotros somos partidarios de la unidad de esas corrientes y golpear junto –marchando separados– con otras que hoy están en la oposición como el kirchnerismo. No partimos de reagrupar a “la izquierda” o “lo más avanzado”: tratamos de fortalecer el reagrupamiento antimperialista y democrático que pueda ganar a la inmensa mayoría de los trabajadores para la recuperación sindical y para la lucha por la liberación nacional y social, encabezando el necesario frente único popular.
En este sentido creemos necesario seguir apostando a los debates necesarios, al calor de la lucha, para el reagrupamiento basado en los organismos de masa de los trabajadores, en primer lugar con la expresión de los sindicatos y otros organismos obreros y de asalariados. Insistir en esto tiene una importancia que excede los términos estrictamente sindicales o económicos. Premisas que se deberán ir forjando al calor de la lucha contra el ajuste del macrismo a favor de los monopolios imperialistas, los terratenientes y los bancos, profundizando la dependencia ahora con los acuerdos con los buitres. El paro del 24 de febrero y la lucha de los docentes sientan un mojón muy importante que estimula la lucha popular. Este en definitiva es el norte que no debemos perder.