Subte: Nuevo paro por dos francos semanales y el retiro del asbesto cancerígeno

El sindicato del subte AGTSyP anunció nuevas medidas de fuerza para el próximo miércoles 19/7 en reclamo una jornada laboral a 30 horas semanales para tener dos francos y reducir la exposición al asbesto. Las medidas incluyen la apertura de molinetes en las estaciones cabecera de todas las líneas y la interrupción total del servicio por algunas horas desde las 10 hs.

El asbesto es un producto cancerígeno que se encuentra en la maquinaria e instalaciones del subte. El material está prohibido en nuestro país desde el 2003, pero entre 2011 y 2012 el entonces jefe de gobierno porteño Mauricio Macri le compró al Metro de Madrid los coches usados CAF 5000, a bajo costo y ocultando que los mismos tenían asbesto. Estos coches funcionaron en la línea B a partir de 2013 y hasta 2019, cuando el gobierno porteño a través de la empresa SBASE reconoció públicamente que en los manuales de los CAF 5000 se indicaba la presencia de asbesto. En 2013 el gobierno de la Ciudad volvió a comprar coches con asbesto, los NAGOYA 5000, que actualmente están siendo desabestizados.

Según informa la AGTSyP, hasta el momento hay 86 empleados del subte afectados por el asbesto, de los cuales seis desarrollaron cáncer y dos fallecieron por esta enfermedad. A esto se suma un trabajador jubilado que murió en 2020, aunque su muerte aún no fue reconocida por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo como vinculada al asbesto.

La empresa concesionaria EMOVA (ex Metrovías) –que actualmente tiene a su cargo la operación y mantenimiento del Subte– plantea que ha realizado estudios que comprueban que el aire no posee valores significativos de fibras de asbesto que justifiquen la reducción de la cantidad de horas de trabajo semanales. Este argumento es falso, ya que como esta establecido en la normativa nacional que prohíbe la utilización de asbesto en la Argentina, y como plantea también la OMS, es imposible establecer niveles de exposición seguros. Con solo una fibra de asbesto que ingrese al organismo es posible que se desarrollen enfermedades como cáncer, fibrosis pulmonar, placas pleurales o alteraciones de la piel.

Por ello la única solución es la completa desabestización de las instalaciones y formaciones del Subte que, luego de cinco años de denuncias por parte de los trabajadores, está muy lejos de completarse. Solo se han sacado 90 toneladas de asbesto y faltarían sacar aún otras 300 más, lo que al paso actual demoraría más de 10 años.

Por lo tanto, y como reclaman los trabajadores del subte, es necesario un plan de desabestización rápido y eficiente y, además, es necesario y urgente cuidar la vida de los trabajadores reduciendo las horas semanales de trabajo para que haya menos exposición al material cancerígeno, así como realizar a todos los controles médicos pertinentes. La empresa EMOVA y el gobierno de Larreta en la Ciudad deben hacerse responsables.