Tierra para vivir y trabajar

“Hoy festejan los dueños de Argentina. Algún día se va a dar vuelta la taba y festejarán los desheredados y excluidos. A veces las semillas se plantan con dolores. Orgullo inmenso por nuestra militancia. Nada más que decir”, publicaba Juan Grabois tras conocerse el fallo de la jueza entrerriana ordenando el desalojo del Proyecto Artigas del campo de Etchevehere el jueves 29.

Horas antes había sido desalojada la ocupación de Guernica con un operativo represivo de 4.000 efectivos de la Bonaerense comandados por el secretario de Seguridad Sergio Berni que concretaron la resolución judicial, tras dos postergaciones y una negociación del gobierno de la Provincia que alcanzó a 736 familias, pero no a otro tanto que permaneció en los lotes demarcados de esas 100 hectáreas del partido de Presidente Perón.

El triunfo del frente de todos, la cuarentena y las ocupaciones

Tras el agravamiento social y de vivienda que profundizó Macri, el triunfo del Frente de Todos en 2019 y la incorporación de dirigentes de muchas organizaciones sociales al Ministerio de Desarrollo Social junto al anuncio de políticas gubernamentales para asistir a la construcción de viviendas, estimuló el cálculo de  grandes sectores de masas en las barriadas que consideraron que se les abría la oportunidad de dejar de alquilar, empezar a resolver la vivienda de sus hijos ya crecidos o de un hermano, o las muchas otras variantes que llevan a la lucha por tierra. Ya en febrero se produjo la ocupación sobre terrenos fiscales en Los Hornos (La Plata). Con la pandemia la situación de los que alquilan se agravó y vino el decreto presidencial contra los desalojos y una la ley provincial en el mismo sentido, que hasta septiembre incluyó las ocupaciones de tierras.

Las ocupaciones en el conurbano bonaerense se multiplicaron con la cuarentena cuando se cortó el trabajo en la construcción, el de las empleadas domésticas y quedó bloqueado el uso de transporte público, lo que confinó a millones en sus barrios. Algunos no tenían ni para pagar el alquiler y vivieron gracias al volumen de la asistencia alimentaria. A otros esto les permitió volcar el IFE u otros ingresos a comprar materiales de construcción y usar el tiempo para construir o mejorarse la casa. Tampoco las barriadas son planas socialmente y algunos con lo que juntan construyen para alquilar o vender el uso de parte del terreno que tienen para comprar materiales. Así se expanden las barriadas.

En general las ocupaciones comienzan con cierta demarcación rudimentaria con palos, unas maderas y unas chapas, más que para vivir, para comenzar la disputa. Va la policía un día y tira las chapas, pero al otro día están de vuelta. Otras son más organizadas desde el vamos. En ese ir venir, a veces queda claro si alguien con papeles reclama judicialmente las tierras. Otras, de antemano se sabe que son fiscales o de empresas quebradas. Para bien o para mal, nunca es ajena la política municipal.

Guernica

La cuestión es que tras el fallido intento de expropiación de Vicentín y las histéricas movilizaciones cambiemistas contra la cuarentena y en defensa de la propiedad privada, la ocupación de Guernica sobre 100 hectáreas quedó en el foco, tras ser reclamadas judicialmente por cuatro supuestos dueños. Uno de ellos es la empresa El Bellaco, a cargo de un emprendimiento inmobiliario, y otro de los demandantes un concejal de Cambiemos.

Dadas así las cosas, y con la orden de desalojo judicial emitida, el gobierno de Axel Kicillof obtuvo dos postergaciones del plazo. Tiempo que utilizó para meter a trabajar a cinco ministerios, censar y negociar con las familias ocupantes, desde subsidios monetarios inmediatos, materiales de construcción y demás, hasta la promesa de un lote con servicios en unos meses.

Con la orden judicial de desalojo postergada pero con el reloj corriendo, cerca de la mitad de las familias acordó retirarse y agarrar lo que le ofrecía el gobierno de la Provincia. Otro sector de la ocupación, bajo otra orientación política, rechazó. A nivel de las familias en la base del proceso, es comprensible que una parte considerable haya desconfiado de entregar el lote sobre el que estaba parado por una promesa. A nivel de la dirección política que orientó al rechazo de la negociación, si los lotes de Kicillof no aparecen nunca, habrá tenido criterio su orientación. Pero si aparecen…

Para nosotros desde el Comunismo Revolucionario y Liberación Popular, como también para otras fuerzas del Frente de Todos como las de Patria Grande y en general de la UTEP, que hemos repudiado el desalojo represivo de Guernica, estos conflictos deben ser abordados por el gobierno de Todos mediante la mediación y la negociación. En este caso fue así y alcanzó a una parte. Para nosotros había que insistir, en contra de lo que empujó la intendenta Cantero y la Fiscalía.

En el marco republicano de la división de poderes y bajo la supervisión mediática de TN, el gobierno de Kicillof resolvió proceder al cumplimiento del fallo judicial del juez Martín Rizzo y ejecutó el desalojo represivo del predio para la restitución a sus dueños según el juez. Para este tipo de tareas, y sobre un área compleja como es también el de la Seguridad, Kicillof tiene asignado a Berni. La designación de Berni es un riesgo que Kicillof evidentemente toma, como sobreactuación ante flancos débiles electorales que el gobernador asume para un distrito duro como la Provincia de Buenos Aires y particularmente el conurbano. El temor de Kicillof, y también de Máximo Kirchner, que omitió exponer como jefe del bloque de Diputados en el cierre de la sesión que aprobó el Presupuesto mientras transcurría el desalojo, era que les tiraran un muerto. Por algún medio se llegó a decir que ya había una víctima, pero luego se desmintió.

La lucha por tierra para vivir y trabajar crece

Proyecto Artigas en acción.

Aún no concluida la pandemia, ya se está poniendo en marcha desde el Ministerio de Desarrollo Social el Plan de Desarrollo Humano Integral orientado a la ampliación, refacción y construcción de viviendas sobre lotes con servicios, promovido a la vez por las organizaciones sociales también en la búsqueda de generar 4 millones de puestos de trabajo. Esto sumado a los planes del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, con asignación y planes de pagos posibles para los asalariados y asalariadas.

Otros de los planos del Plan de Desarrollo Humano Integral junto con el de la vivienda, son el la producción de empresas recuperadas y cooperativas, y también el Plan Artigas orientado a la producción agropecuaria. El lunes de la semana pasada participamos del acto relámpago que convocó a 3.000 personas frente a la Sociedad Rural Argentina que encabezó Juan Grabois para denunciar a los hermanos Etchevehere, mientras las compañeras y compañeros del Proyecto Artigas eran sitiados junto con Dolores Etchevehere dentro del campo “Casa Nueva” en Entre Ríos.

Con los desalojos del jueves en ciertos medios festejaban eufóricos el aleccionamiento por derecha, el fin de las ocupaciones y del Proyecto Artigas, como si Guernica fuera la única y todo se redujera al campo de los Etchevehere. La semana parecía estar terminando así hasta que Alberto Fernández hizo declaraciones a una radio: «la producción de cultivos como la soja desempleó cada vez más gente en los campos y generó hacinamiento en zonas urbanas». Reafirmó que su gobierno no alienta las tomas y  que «detrás del planteo de Grabois hay algo serio, hay algo razonable, algo para discutir», y que “hay muchas tierras del Estado que podrían entregarse a quienes quieran realmente producirlas…”, reavivando el debate público.

A modo de final

Para terminar y desde quienes asumimos la participación en el Frente de Todos desde la perspectiva de la lucha popular como centro de la acumulación de fuerzas revolucionaria para la liberación nacional y social, y somos conscientes de los límites y contradicciones de un gobierno popular (en lo predominante) sobre un Estado de carácter oligárquico imperialista (que garantiza el orden jurídico y económico en favor de los monopolios y terratenientes), y que fuera fundado en 1880 sobre la base de la derrota de los caudillos del interior, de la guerra genocida al Paraguay y de la Conquista del “Desierto” contra los pueblos originarios, compartimos un párrafo de Mao tomado de su artículo “Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo”:

“Existen ante nosotros dos tipos de contradicciones sociales: contradicciones entre nosotros y el enemigo y contradicciones en el seno del pueblo. Estos dos tipos de contradicciones son de naturaleza completamente distinta.

Para comprender correctamente estos dos tipos diferentes de contradicciones, se hace necesario, ante todo, precisar qué se entiende por «pueblo» y que por «enemigo». El concepto de «pueblo» tiene diferente contenido en diversos países y en distintos períodos de la historia de cada país.

Las contradicciones entre nosotros y el enemigo son antagónicas. En cuanto a las contradicciones en el seno del pueblo, las que existen dentro de las masas trabajadoras no son antagónicas, mientras que las existentes entre la clase explotada y la explotadora tienen, además del aspecto antagónico, otro no antagónico.”