Tras el paro, Metrovías respetará las medidas sanitarias para trabajadorxs mayores de 60 años

Ante la convocatoria a nuevo paro en el subte el pasado viernes, Metrovías abrió una instancia de negociación y desistió de convocar a cumplir tareas a lxs trabajadorxs mayores de 60. La empresa, con el visto bueno del gobierno porteño, venía presionando para incumplir esta norma básica de cuidado de la salud de los trabajadorxs, que está reconocida por resolución 207/2020 del Ministerio de Trabajo. Tras los paros en el subte la empresa y el gobierno de la Ciudad tuvieron que dar marcha atrás con la imposición de hacer ir a trabajar a mayores de 60 y comprometerse a devolverles la totalidad de sus salarios. Entrevistamos a Milagros García, que trabaja como conductora en el subte y que además integra el grupo de madres y padres “Familias por un retorno seguro a las escuelas”.

–¿Cómo está la situación en el subte?

–Se levantó la medida de fuerza que estaba programa para el viernes porque nos convocaron a una instancia de diálogo el lunes. Se votó en plenario suspender en muestra de nuestra buena voluntad. Sabemos que incomodamos haciendo paro, pero nos empujan a hacer eso para que nos escuchen. La situación es muy compleja. El subte es un foco infeccioso. No es cierto que se desinfectan las formaciones en las cabeceras. Cada uno y cada una tuvo que garantizarse tener su propio pulverizador con alcohol para poder limpiar las cabinas. En mi caso yo soy conductora. Fue todo muy caótico al principio. El sindicato (AGTSyP) fue quien tuvo que modificar los diagramas para que no nos amontonáramos. Si no, hubiéramos trabajado como siempre pero más amontonados en los descansos, que no tienen la ventilación adecuada.

–¿Qué reclamaron con el paro concretado y el que quedó en suspenso?

–Estamos reclamando que Metrovías no exponga a nuestros compañeros y compañeras mayores de 60 años que están en este momento amparados por un decreto nacional y Metrovías quiere hacerlos venir a trabajar cuando no es necesario para que vengan a cubrir los diagramas. Se les está acorralando, imponiendo exponer sus vidas. Nosotros tenemos 6 fallecidos, 400 infectados e infectadas aproximadamente. Esos compañeros y compañeras se mantienen en su posición y están respaldados en su sindicato. Metrovías les descontó días y eso es inadmisible. El sindicato hace un reporte diario con los casos que los mismos militantes de base vamos relevando. El informe está incompleto porque Metrovías no da información. No sabemos cuándo se infecta un supervisor o supervisora, personal jerárquico, personal de seguridad. Esto es lo nosotros sabemos, seguro es superior. Pero nos sirve porque vamos detectando en qué línea se da la mayor cantidad de contagios y qué está pasando. Así Salud Laboral trata de reforzar si hay problema con alguna jefatura, si hay una situación de relajación incluso. Reforzamos con campañas, que se cuiden con tapabocas, etc.

Milagros García, trabajadora del subte. Además se integró a “Familias por un retorno seguro a las escuelas”.

–Por otra parte, estás activa como madre por el retorno seguro a las clases presenciales, ¿ves coincidencias con lo que pasa en tu trabajo?

–Hay muchísimas coincidencias. Tanto el subte como la educación en CABA está coordinada por el mismo gobierno, por ende el mismo perfil. Se caracteriza generalmente y siempre se manejan igual. Mucho eslogan pero en realidad son una cáscara vacía. Ahora están diciendo que los alumnos y los docentes van a tener prioridad en el transporte público y no hay manera de concretarlo. Imagínate que no se efectúan los controles de los trabajadores esenciales como corresponde. Hay estaciones donde no hay ningún tipo de control. Solo lo hacen para la foto. Si empiezan las clases se va a saturar el transporte. Parece que el gobierno de la Ciudad se hubiera olvidado o no quisiera sostener estos cuidados que pedimos los ciudadanos y cuidadanas de CABA. En la educación es lo mismo.

Hace 13 años que trabajo en el subte. Ya sé cómo se maneja el Pro en líneas generales. En cuanto dijeron que volvían todas las clases, que la burbuja, el grado… una locura. Porque si te ponés a pensar, cualquiera que manda a sus hijos a una escuela pública de CABA sabe que es imposible sostener una burbuja en un grado de pibes que ya de por sí están hacinados, con docentes que no es el único grado que van a tener.

–¿Cómo se vienen organizando?

–Me comunique con un colectivo que se llama “familias por un retorno seguro a las escuelas”. Empezamos a ver qué podíamos hacer por la vía legal. No presentaron ningún protocolo viable, real. Son mis pibes los que se van a ir a enfermar, los que durante casi un año no fueron a una plaza, no ven a sus amigos, a sus familias. ¿Ahora me van a obligar a meterlos en un aula con otros pibes que van a  estar en la misma situación? Yo tengo una hija que está en primaria y un hijo que estaría en sala de dos años, cosa que es una locura. Se basan en “que los niños tienen el derecho a la educación”. Pero explicame qué educación le das a un pibe de dos años. No deberían obligarme a llevarlo. No va a poder respetar ningún protocolo. Estamos con ese colectivo de madres, padres, docentes, no docentes. Está muy bueno porque es transversal. Estamos vinculados con la Defensoría del Pueblo. Estamos haciendo amparos colectivos. El virus es mortal. Nadie está planteando que no los queremos educar. Lo que queremos es que no se enfermen y que no enfermen a los demás. También pedimos la vacunación de todo el personal docente y no docente, aunque a mí como mamá no me alcanza porque mi hija igual se puede contagiar y me puede contagiar a mí. Acompañamos igual el reclamo de los docentes porque es esencial que estén vacunados. No se pueden exponer, no se pueden exponer por ir a trabajar, es una locura. Esperamos que el gobierno de la Ciudad entre en razón.