Vacunación y precios: las prioridades populares que nos enfrentan a la reacción

La campaña anti vacunación que motorizaron el macrismo y Elisa Carrió fracasó. Porque la mayoría del pueblo, por el contrario, aspira como prioridad a vacunarse lo antes posible en este 2021 a medida que llegan los cargamentos con las dosis. Como parte de esa anti-campaña, el macrismo se abrazó a la Pfizer, contraponiéndola a las demás, y resulta que ni a Europa la empresa estadounidense le está cumpliendo sus leoninos contratos (sin mencionar las dificultades de frío que exige la preservación).  En un mundo donde los países imperialistas produjeron y acapararon las vacunas, Argentina hasta ahora logró hacerse de 4 millones de dosis con las que lleva vacunadas a 1,9 millones de personas.

El plan de vacunación avanza y ya con la primera dosis –tras el lapso de 20 días en que se desarrollan los anticuerpos– el riesgo de hospitalización y muerte desciende abruptamente. No es un dato menor teniendo en cuenta el manifiesto desastre sanitario que vemos en Brasil, y frente al que su presidente Jair Bolsonaro y su ministro de Salud siguen respondiendo con más negacionismo. El hecho es que las terapias intensivas están saturadas en ese país vecino, más allá de que cuenten oficialmente –o no– a todas las víctimas.

Justamente, haber evitado ese desborde en Argentina es uno de los aspectos centrales del balance del gobierno nacional hasta aquí. Fue posible en base a la cuarentena, el distanciamiento, las medidas sanitarias, económicas, productivas, laborales, alimentarias e impositivas, que contaron con el apoyo y protagonismo mayoritario del pueblo. También hay un buen balance de los gobiernos provinciales que apostaron al sistema público para garantizar la vacunación, como Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. Las consecuencias del sistema “mixto” implementado por el PRO en CABA quedaron expuestas: vacunatorios privados de primera por un lado, y el público donde los ancianos de más de 80 años sufrieron colas, calor, desmayos… Y lo peor: el riesgo de contagiarse justamente ahí!

Nadie sabe exactamente en cuánto tiempo y en qué grado la situación sanitaria de Brasil tendrá impacto en nuestro país. Por eso avanzar con el plan de vacunación es lo central, con la prevención de que con la llegada del frío y el invierno quizás haya que volver a restringir el transporte público y algunas actividades.

El accionar del PRO, encabezado en persona por Patricia Bullrich en Formosa, ya se posiciona en esa perspectiva para trabar contienda contra cualquier posibilidad de restricción que vuelva  a requerir la salud pública. Aprovechó también los amplios márgenes que deja el gobernador formoseño Gildo Insfrán con su tratamiento represivo a comerciantes y demás cuentapropistas, en una provincia en que el peso del empleo público es mayoritario. Bullrich volvió a recurrir, para su incursión formoseña, a los “Jóvenes Republicanos”, los mismos de las bolsas mortuorias en Plaza de Mayo. Digamos que en cantidad, porque casi la mitad de los detenidos eran militantes cordobeses de ese agrupamiento proto-fascista.

Las deficiencias de la estructura sanitaria provincial, el riesgo fronterizo y las más que precarias condiciones de vida de buena parte de la población –particularmente entre los pueblos originarios– llevaron al ejecutivo provincial a apostar por el aislamiento geográfico, incluso a nivel de localidad. Entonces Canal 13 y TN pasaron a ser canales “formoseños”, que transmiten en directo el conflicto fogoneado por la presidenta del PRO en ese distrito, golpeando al peronismo en uno de sus puntos débiles tras 25 años de gobierno ininterrumpido de Insfrán. Desde ahí nacionalizan una campaña general contra el gobierno nacional y también disputan la interna de Cambiemos contra Horacio Rodríguez Larreta, que tendrá epicentro en las PASO de CABA. Allí Patricia Bullrich podría competir contra el candidato o candidata que el larretismo proyecte.

Los precios y los salarios

La otra cuestión prioritaria para el pueblo son los precios. La inflación de febrero fue del 3,6% según el INDEC. Con esta tendencia, la meta del 29% de inflación anual será sobrepasada por los hechos, aún cuando la desaceleración inflacionaria sea fuerte en el segundo semestre. De modo que estarán más ajustados a la realidad las paritarias de los estatales de Santiago del Estero con un aumento del 47% que el 34,6% de los docentes en la paritaria nacional. Aunque justamente la revisión, también pautada para julio y noviembre, pueda corregir el desfasaje para realmente ganarle a la inflación. Esto junto con la generación de puestos de trabajo, tras una pandemia macrista y otra de coronavirus, son el otro aspecto central para el pueblo trabajador.

Frente a los aumentos en alimentos, el gobierno hizo algunos gestos de autoridad sobre los monopolios dentro de la política de Precios Cuidados, pero a la vez va tolerando que cuelen los aumentos. Esto se ha hecho innegable en la carne, donde el propio presidente Alberto Fernández vuelve a explicar en su último reportaje del lunes 8 de marzo “que se cuelan los precios internacionales”. Particularmente a partir de la compra de media res vacuna entera por parte de China, con frigoríficos que trabajan en un 98%, según sus palabras, para esa exportación. Lo que omite es que desde el gobierno y la Secretaría de Comercio se habilitan esos cupos de exportación dejando poco para el mercado interno. El país necesita dólares, justamente para sostener el tipo de cambio y hacer frente a las corridas de la reacción. Pero entonces que se consigan con mayor control, dureza, sanciones y causas penales contra las cerealeras que, como se demostró con Vicentin, incrementaron el nivel de contrabando durante 2020.

En el mismo sentido, al re-concesionar la Hidrovía Paraná-Paraguay, se está perdiendo la oportunidad de que el Estado retome el control directo de nuestra principal vía de exportación… y  contrabando. Se vence la actual concesión, tras cumplirse 25 años desde su privatización durante el menemismo. Ahora, en lugar de re-estatizar, a través del ministro de Transporte Mario Meoni –proveniente de las filas del Frente Renovador– se convocó a la re-licitación privada, aunque con la constitución de una agencia nacional que integre a las provincias del litoral pero en un rol consultivo.

Otro impacto fuerte está en los alquileres. El 1° de abril llega a su fin el decreto de congelamiento de alquileres y suspensión de desalojos, y a la vez entró en vigencia la nueva ley que introdujo cambios que habrá que ver en definitiva como operan. Pero en lo inmediato trajo aumentos.

Dentro de tantos problemas económicos, el proyecto para subir el tope al “impuesto a las ganancias” hasta 150 mil pesos, es un alivio importante para los asalariados de ingresos medios y medios-altos. El proyecto, presentado por el presidente de Diputados Sergio Massa, apunta a un segmento de trabajadores que no venían recibiendo otros beneficios en el actual contexto económico adverso.

Que los salarios le ganen a la inflación exige no solo paritarias, sino también la intervención del Estado mediante un salario mínimo vital y móvil acorde a la canasta, aumentos porcentuales generales mínimos y sumas fijas por decreto. Porque es casi imposible que el mecanismo de paritarias basadas en las condiciones del mercado laboral tras dos pandemias seguidas termine ganándole a la inflación, más allá que en un puñado de gremios.

El frente Judicial y el fraude de la deuda con el FMI

El 1º de marzo en la apertura de sesiones parlamentarias, Alberto Fernández hizo todo el balance del gobierno hasta aquí. Hizo centro en cómo se enfrentó a la pandemia, desplegando medidas en todos los planos que exigía y exige la situación, junto a la perspectiva de reactivación para este año, reiterando el planteo de que los salarios este año le ganen a la inflación.

El endurecimiento en el plano judicial, tras la falta de respuesta al pedido de “autodepuración”, se tradujo en promover nuevas medidas y la insistencia al Senado para que apruebe el pliego de Daniel Rafecas para la Procuración General de La Nación. Esta vez el presidente fue explícito contra la discrecionalidad de la Corte, Comodoro Py y en particular contra el fiscal Carlos Stornelli.  A la semana también anunció que Marcela Losardo se va y está buscando reemplazante. Poco después, la anulación en Brasil de todo lo actuado por el juez Moro y sus secuaces contra el ex presidente Lula Da Silva probó incuestionablemente la existencia de la persecución judicial-mediática (lawfare) como forma de librar la lucha política por parte de la reacción en al región.

El otro anuncio de Alberto Fernández que concentró la atención fue el inicio de una “querella criminal” al grupo Macri por la deuda con el FMI, a la par de la investigación que también encara la nueva presidenta del FMI contra las anteriores autoridades. Hay que proporcionar las expectativas alrededor de esto dentro de una línea oficial que busca llegar a un acuerdo, no desconocer esa deuda. Y ganar tiempo en el forcejeo de si el plazo de devolución sería de 10 años, como propone el FMI, o 20, como postura que se estaría imponiendo desde el gobierno.

Cambios en el escenario mundial

Es muy probable que CFK a la hora de organizar el Frente de Todxs –empezando por la fórmula en la que puso a  Alberto Fernández como presidente– haya tenido en cuenta no solo las encuestas locales, sino el escenario internacional en el que Europa continental reafirmaba su independencia y tomaba cierta distancia de EEUU marchando a un acuerdo comercial con China. Este contexto internacional probablemente también tenga su reflejo en el FMI con la presidencia de Kristalina Georgieva, amiga del Papa Francisco y del Nobel de Economía Joseph Stiglitz –con quien a su vez se formó nuestro ministro Martín Guzmán–. Una Unión Europea que ya no contabiliza a Gran Bretaña entre sus miembros, tras el Brexit que aplaudió Donald Trump. Situación que, por ejemplo, abrió la posibilidad de tener cierto respaldo europeo en el reclamo de soberanía en Malvinas, y que ya está aprovechado el gobierno argentino.

La asunción de Joe Biden como presidente de EEUU y los hechos que va produciendo introducen cambios en el escenario internacional. Por ejemplo, la Unión Europea –a impulso de Alemania– mantendría sus acuerdos económicos con China pero a la vez ha ratificado su pertenencia a la OTAN, aún tras el bombardeo de EEUU en Siria, sus advertencias a Irán y las provocativas declaraciones sobre Taiwan (tema sensible para China si los hay). La lucha por la hegemonía mundial ya es explícita y potencialmente no se limita a dirimirse sólo económicamente.

Entonces por ejemplo los monopolios automotrices locales –mayormente europeos– han salido en estos días a quejarse abiertamente del acuerdo del gobierno con una empresa china para fabricar vehículos eléctricos en el país. Uno de los cuestionamientos es que inclusive no habría condición de volumen mínimo de exportación para este monopolio chino (cuando sí lo hay para el resto). Esto se suma a la situación de la industria nacional propiamente dicha, donde por ejemplo en el sector nuclear, el plan de hacer una central Candu –de tecnología argentina e incluso exportable– parece haber pasado a mejor vida, al solo incluirse en el presupuesto la central china “llave en mano”. Por otra parte, ya se sabe que las turbinas de las represas de Santa Cruz y otras podrían fabricarse acá. Más aún cuando la empresa mendocina IMPSA –que podría hacerlas– pasó a estar, tras su cuasi quiebra, prácticamente controlada por el Estado.

Nadie puede negar que el swap chino de 20 mil millones de dólares fue importante para forcejear en la negociación con los bonistas o para enfrentar el golpe devaluatorio de octubre pasado. Pero, a la vez, una sobredosis de “alianza estratégica” con China se vuelve contraproducente a la hora de evitar el proceso de primarización y sus consecuencias. En definitiva, se pudo derrotar a Macri-Pichetto porque ellos expresaron explícitamente un plan anti industrial y de pauperización, siendo éste el eje que incluso los enfrentó a un sector de la UIA y desde ya a los trabajadores.

Están nerviosos

La dinámica de Patricia Bullrich y sus “Jóvenes Republicanos” encajan en esta agudización de las contradicciones sociales y políticas en nuestro país, que a su vez tienen cierta correlación con el tensamiento internacional. En Cambiemos, y particularmente en el macrismo, están nerviosos porque ven avanzar el plan de vacunación y un proceso de reactivación, limitado pero reactivación al fin, tras tres años de retroceso. Bajo esas condiciones, un triunfo del Frente de Todos podría traducirse en un cambio cualitativo en la Cámara de Diputados y eso abriría las puertas a muchas posibilidades. Esto dentro de un proceso político nacional que se agudiza porque las condiciones de vida del pueblo se vienen agravando en los últimos años, en contraste con lo que amasa un puñado de monopolios, terratenientes y bancos que siguen ganando, y también cada vez más al calor del tensamiento de la situación internacional.