Un año más, miles de mujeres de todo el país nos preparamos para participar de este evento único en el mundo, donde nos encontramos para compartir nuestras experiencias de vida y de lucha, pasar revista de nuestros logros, las tareas pendientes y proponernos los objetivos más urgentes en la lucha por nuestra liberación en el marco de la liberación del conjunto del pueblo.
Cada vez más las mujeres somos protagonistas de las luchas en nuestros lugares de trabajo, exigiendo entre otras medidas la ampliación de las licencias por maternidad. Las estudiantes y las docentes también participamos de la lucha por la defensa de la educación pública, enfrentamos los recortes presupuestarios, las reformas antieducativas como la “Secundaria del futuro” y peleamos por la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral. Exigimos en todos los ámbitos la apertura de jardines para hijos/as de trabajadores y estudiantes y enfrentamos la discriminación, el acoso y los abusos. A la vez que vamos desarrollando la herramienta fundamental de las comisiones de mujeres o de género, en los sindicatos, comisiones internas y centros de estudiantes.
Este año, las mujeres de los barrios populares de Capital y gran Buenos Aires, agrupadas en el Frente de Lucha y la Campaña contra las Violencias, llevaron adelante un acampe con permanencia en el Consejo Nacional de la Mujer ante la falta de respuestas a sus reclamos. Producto de esa lucha se conquistaron subsidios para mujeres en situación de violencia, el acceso a planes de empleo y distintos proyectos de capacitación y asistencia para la prevención de la violencia de género. Éste fue un importante avance en un contexto donde el gobierno de Macri quiere recortar cada vez más el presupuesto para este tema. Despidiendo y precarizando a las trabajadoras de las direcciones de la mujer y los programas específicos, mientras los femicidios no cesan.
Los Encuentros Nacionales de mujeres han sido una herramienta fundamental para las luchas y los triunfos que ha tenido el movimiento de mujeres y popular; desde la ley de divorcio y la patria potestad compartida, hasta la ley de Educación Sexual Integral y la ley contra la violencia hacia las mujeres. Fue también el espacio donde se conformó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal y Seguro, y otras articulaciones por diferentes reclamos. En ellos se nacionalizaron distintas luchas y se hicieron centenares de denuncias; desde el hambre en los ‘90, la lucha de las piqueteras en el 2001, libertad para Belén, y la persecución y exoneración de los docentes de Tierra del Fuego. Por eso la participación en ellos es parte fundamental de las luchas de las mujeres y el pueblo. También es tarea importantísima defender y sostener el carácter autoconvocado, plural, autónomo, autosostenido, horizontal, federal y profundamente democrático de su funcionamiento, que nos ha permitido llegar a treinta y dos encuentros ininterrumpidos y cada vez más masivos.
Este año, además, debemos reforzar las medidas de autodefensa y seguridad ante las posibles provocaciones de las fuerzas de seguridad y servicios de inteligencia, tanto en la marcha como en las distintas instancias del Encuentro. Este Encuentro tiene lugar una semana antes de las elecciones legislativas, en las que el macrismo en caso de imponerse va a profundizar el ajuste y la represión contra los trabajadores y trabajadores, con la reforma laboral, tarifazos y más palos para los/as que lo enfrentamos. Por eso es fundamental denunciar en todos los talleres la política del gobierno, hacer una gran campaña por el voto castigo y aprovechar el Encuentro para reorganizar y reagrupar nuestras fuerzas para las luchas en curso y las que se vienen.
