Vergonzosa campaña para disfrazar la entrega

Una mentirosa campaña trata de embellecer el retrógrado acuerdo nuclear que el gobierno se propone firmar con China. En el proyecto original, Atucha III se iba a construir con un 70% de trabajo argentino y con tecnología que Argentina ya maneja. Pero fue dado de baja por el gobierno inmediatamente después del acuerdo con el FMI. En cambio, se mantuvo el proyecto de Atucha IV, con tecnología 100% china.

Ahora, la tramposa campaña confunde no sólo los nombres de las centrales sino incluso la tecnología que utilizará la planta nuclear. Según publicó Infobae (17/10), el secretario de Energía afirmó descaradamente que van a “revisar bien el contrato para que en el futuro no dependamos enteramente de la tecnología china”. Supuestamente, el gobierno intentaría que la central nuclear tenga “al menos un 50% con tecnología argentina y que toda la mano de obra sea local”.

Pero la verdad es que Atucha IV –que ahora pasan a llamar Atucha III– funcionará con uranio enriquecido y agua liviana. Es un combustible que Argentina no produce ni podrá hacerlo al menos por varias décadas, no sólo por causas técnicas sino también geo-políticas. Además, porque el gobierno está desguazando el desarrollo nuclear argentino.

Argentina maneja hoy la tecnología nuclear tipo CANDU, con uranio natural y agua pesada. Sobra esta base podríamos en algún momento pasar a controlar también otras tecnologías nucleares. Pero en cambio, hoy el gobierno ya dio de baja la original Atucha III –que iba a funcionar con esta tecnología– y está en camino a “reconvertir” (cerrar) la planta de producción de agua pesada en Neuquén (PIAP). La entrega es tan vergonzosa que tratan disfrazarla de alguna forma.