Ante el retraso salarial y aguinaldo en cuotas para una parte de lxs trabajadorxs del Estado

Declaración de Liberación Popular.

Desde el inicio de la pandemia, el gobierno con gran atino dispuso el ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio). Esta política acertada es la que garantizó que en Argentina se bajara la curva de contagios y se mantuviera en tasas relativamente bajas. Sin lugar a dudas, la pandemia impone consecuencias en la economía y el trabajo y es, en este contexto, que vemos con justeza la política mediante la cual el gobierno, a través de distintos programas, reorienta partidas para sostener la cuarentena (IFE, ATP, etc). Es que los efectos de la caída económica golpean en primer lugar sobre nuestros cuerpos. Miles de trabajadoras y trabajadores han perdido su trabajo, o han sido suspendidos y sus salarios reducidos. A esto se le suma la escalada de los precios que no deja de golpear nuestros bolsillos que pone al rojo vivo la necesidad de una recomposición salarial.

Somos las y los trabajadores los primeros que llevamos responsablemente esta cuarentena. Y somos también quienes bancamos las medidas que ponen por delante la vida y la salud del pueblo antes que las ganancias. Particularmente las y los trabajadores estatales que ponen el cuerpo para llegar, mediante su trabajo, a todos los rincones del país, cuidando la salud o enseñando; aquellas y aquellos trabajadores que son capaces de promover y ejecutar políticas públicas al servicio del pueblo y en pos del desarrollo científico y tecnológico. En este contexto general, no hay razón alguna que justifique que los ingresos de las y los trabajadores se vean aún más afectados.

En este sentido, el reciente DNU del gobierno que dispone el pago del aguinaldo en cuotas, aun cuando la medida afecta a los salarios mayores a $80.000, busca soluciones de caja donde no debería y sienta un mal precedente golpeando, en parte, a un derecho adquirido por lxs trabajadorxs. El salario de lxs estatales viene con gran retraso luego de la pérdida acumulada de alrededor del 40% en los últimos cuatro años de gobierno macrista, y a esto se le suma la postergación la discusión de su justo aumento.

Partiendo de la necesidad de mantener, en esta situación de emergencia, el ingreso de las familias mediante la asistencia social y una necesidad de recomposición salarial, y teniendo en cuenta los problemas de recaudación actual, resulta oportuno poner al acento y apretar la cuerda en donde realmente se merece. Es imperioso, avanzar en el tratamiento en el Congreso de la Ley de Impuesto Extraordinario a las Grandes Fortunas. Que dicho sea de paso fueron amasadas a costa el sufrimiento del pueblo.

IMPUESTO EXTRAORDINARIO A LAS GRANDES FORTUNAS PARA:

Liberación Popular

 

 

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