Ante los 100 años del PC de China

China y EEUU hoy: la disputa por la hemonía mundial imperialista.

El 1° de julio se cumplen 100 años de la fundación del Partico Comunista de China (PCCh). Partido que, con Mao Tse-tung al frente, encabezó la revolución antifeudal y antiimperialista que liberó a China del yugo imperialista y abrió paso al socialismo en el país más poblado del planeta.

Sin embargo, el siglo XX también incluyó su cambio de carácter pocos años tras la muerte de Mao Tse-Tung y la restauración capitalista en China. Esto se manifiesta, por un lado, en la furibunda campaña contra la Revolución Cultural China, al punto de que el actual gobierno la ubica como uno de sus momentos más oscuros junto con la masacre de miembros del PCCh por el Kuomintang en 1927. Y se expresa también en las precarias condiciones de trabajo en la China actual. País que llegó a denominarse como la fábrica del mundo desde los 90’s, sobre la base de una precarizada clase obrera como lo hemos descripto en nuestra edición Nº104.

En esa nueva etapa de “capitalismo de Estado” en China, se había concertado un estrecho acuerdo político y económico a finales de los 90’s, especialmente con Estados Unidos, lo que se transformó en el eje que dinamizó el capitalismo mundial tras las crisis de finales de siglo XX.

Ahora ese acuerdo que se ha roto en los últimos años. Estados Unidos ve peligrar su hegemonía mundial –que por el momento se presenta como la potencia imperialista más agresiva– y China disputa –principalmente hoy desde el plano económico– cada vez más su influencia sobre cada país del globo. Ahora es China la que agita la línea de «globalización» comercial y EEUU la del proteccionismo antidumping. Aunque China también se expande en el control militar sobre el Mar de la China Meridional. La ruta de la Seda en comercio e infraestructura, y su tecnología 5G en comunicaciones y posicionamiento son dos de sus espadas. Tras la asunción de Biden, EEUU ha logrado que Europa suspenda su acuerdo para la Ruta de la Seda. Aún es desproporcionada, hasta donde se conoce, la correlación de fuerzas en el plano bélico-nuclear. Por lo que EEUU mantiene en esto un centro de tensión con la Federación Rusa, que a la vez ha avanzado hacia una creciente alianza con China.
La disputa por la hegemonía mundial imperialista cada vez tiñe más la política mundial de en cada país. Ya no solo presionan por contratos, acuerdos comerciales, posturas diplomáticas, sino directamente por alineamientos generales en la política internacional alrededor de esa disputa. A la vez crecen los factores de guerra, donde EEUU aparece con una mayor agresividad provocativa y con la posibilidad de precipitar acontecimientos en ese plano ante el riesgo de perder la hegemonía que aún tiene.

En este contexto mundial, tras controlar con efectividad la pandemia en su país, el 100º aniversario de la fundación del PCCh, hoy conducido por Xi Jinping, ha sido transformado en una iniciativa mundial. El presidente Alberto Fernández ha sido invitado, aunque no viajará a Pekín. También la diplomacia china ha hecho pública su invitación a participar al Partido Justicialista, al Partido Comunista de Argentina y al PRO, en ese orden. No deben llamar la atención los lazos del gigante asiático con el PRO de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, ya que Franco Macri ocupó durante más de una década el puesto oficial de asesor de la República Popular China para las inversiones en Sudamérica.

China ha hecho público y explícito que no promueve la revolución en ningún país de la tierra. Y es lógico, porque se dedica es su propia expansión. Es por ello erróneo imaginar que el proceso liberador en nuestro país se alinee o se deba alinear con la disputa de la hegemonía mundial imperialista. En todo caso, esa disputa termina siendo, ni mecánicamente, ni unívocamente, también parte de la política local y por ende de la contradicción principal en política, lucha que preside la acumulación de fuerzas revolucionarias, como sintetizara justamente Mao Tse-tung, para en definitiva resolver la contradicción fundamental de clases de toda la sociedad.