Por Gabriel Delisio(*)
El lunes 21/5 el gobierno hizo una nueva oferta salarial, superadora de las anteriores, que las federaciones docentes evaluarán en sus asambleas de base, plenarios de secretarios generales y, en el caso de la Conadu Histórica, en un congreso nacional.
¿En qué consiste la oferta?
La recomposición salarial propuesta es de: 16% en blanco (4% en mayo, 4% en julio y 8% en septiembre); y otro 4% (aproximadamente), también en blanco, a partir de enero de 2020 mediante la recomposición del nomenclador y un porcentaje por jerarquización. La base de cálculo de todos los incrementos sería sobre el salario conformado a abril de este año. En septiembre de este año y en febrero de 2020 se aplicarían cláusulas de actualización automática (“gatillo”) una vez conocidos los índices de inflación.
Asimismo, se propuso el blanqueo, en el transcurso del presente año, de todas las sumas en negro (19% en total) que fueron producto del acta salarial 2018. Esto se haría en cuatro tramos: junio, agosto, noviembre y diciembre.
En las discusiones con la Conadu Histórica se propuso avanzar en la implementación de un Programa Nacional de salarios para los ad-honorem (docentes sin sueldo) que podría alcanzar a unos mil cargos en la UBA, con una partida de $80 millones que sería aportada en partes iguales por el Ministerio de Educación y la UBA.
La marcha universitaria y el “efecto fórmula”
Tras una gran marcha unitaria realizada el jueves pasado (ver recuadro); varias jornadas de paro y lucha; y el paro nacional del 30 de abril, el gobierno mejoró sensiblemente su oferta. Los porcentajes ofrecidos, que sean en blanco, la incorporación de cláusulas gatillo, el blanqueo de las sumas en negro y el compromiso de un programa de rentas para ad-honorem significativo son el resultado de la lucha.
Sin dudas, el gobierno también busca cerrar el conflicto tras el anuncio de la fórmula presidencial del frente opositor, atenuando el impacto que le produjo el “efecto fórmula” en cuanto a su deplorable perspectiva hacia octubre y con los radicales pidiendo el cambio de fórmula presidencial en Cambiemos.
Además, lo hacen en un sector con gran capacidad de lucha y de propagación a través de los medios, los estudiantes y sus familias hacia los sectores que se creyeron “la meritocracia”. Somos 190 mil docentes universitarios, formadores de cientos de miles de alumnos de todo el sistema universitario argentino que venimos dando una gran batalla enfrentando el ajuste en las calles y en las aulas, en medio además del desmantelamiento del Conicet y el genocidio científico.
Buscando una foto
El ministro de Educación es candidato a intendente en La Matanza. Esto podría revelar por qué ahora el gobierno está dispuesto a incluir a la Conadu Histórica en la distribución de fondos del 1% de la masa salarial negociada en el 2018, cuando esta federación no avaló el acuerdo paritario del año pasado. Estos son fondos destinados a Programas de Capacitación Docente Gratuita y suelen ser usados como herramienta de extorsión para la firma de las actas paritarias. La firma del acuerdo 2019 por parte de todas las federaciones docentes es una foto que buscan usar electoralmente tanto el ministro como el gobierno, que durante los años anteriores (no electorales) se dedicaron a vapulear a la universidad pública.
La lucha no termina
La aprobación final de esta oferta dependerá de las conclusiones a las que arribemos tras los debates y los balances que hagamos con nuestros compañeros docentes. No es poco lo que conseguimos hasta acá con nuestra lucha. Sin dudas es mejorable, sobre todo si pensamos en los bajos porcentajes de las primeras cuotas (que impactarán en un medio aguinaldo desfasado de la inflación) o el largo período entre la última cuota en septiembre y la aplicación de la cláusula gatillo en febrero del año próximo (con el mismo impacto en el medio aguinaldo de diciembre). Pero se equivoca el gobierno si cree que con esta oferta puede borrar la denostación y el ajuste que aplicó en sus años de gobierno sobre las universidades públicas y el sistema científico nacional.
Los docentes y científicos dimos y seguiremos dando las batallas necesarias en defensa de la universidad pública, la ciencia y la técnica. El paro nacional del 29 de mayo es nuestro próximo mojón en una lucha que seguiremos dando por el conjunto de las reivindicaciones de nuestro pueblo.
PD: La información de esta nota está basada en lo informado por la dirección de la Conadu Histórica. Si hubiera cambios por parte del gobierno lo informaremos.
(*) Secretario adjunto de AGD-UBA.
