Burradas de Milei (II):¿Argentina fue el país más rico del mundo en 1895?

Milei volvió a insistir con que la Argentina “granero del mundo” era el país más rico del mundo. En su momento de euforia tras las PASO había dicho que Argentina era el país más rico del mundo al entrar en el siglo 20 (ver Al Frente Nº 190). Pero no existe ninguna estadística que afirme semejante cosa. Además de que a nadie con un poco de seriedad se le ocurre que un país sin desarrollo industrial pueda estar en semejante podio con el nivel de desarrollo capitalista que ya había en ese momento en el mundo.

Ahora su insistencia fue en su entrevista de más de una hora en A24 (programa emitido el 26/10). Precisó su tesis: “Argentina llegó a ser el país más rico del mundo hacia fin del siglo 19. En 1895, el PBI per cápita más alto del mundo. Y entró en el siglo XX siendo el país más rico del mundo. Argentina disputaba el primer lugar del mundo con Estados Unidos.” Su descabellada información está tomada de una nota publicada en libertadyprogreso.org en 2018: una fundación que sostiene el mismo fundamentalismo liberal que Milei y que toma datos sueltos y poco consistentes para llegar a la conclusión que siempre quiso llegar. Esta nota afirmaba que Argentina tuvo el nivel más alto de PBI per cápita en 1895 y 1896.

Ya en su momento, la mentira de tal artículo ya había sido desbaratada por el economista Andrés Asiain (Página/12, 9/6/2019). Porque, en primer lugar, la estimación parte de datos inventados. Argentina no contó con estimaciones precisas y continuas de su producción y sus habitantes hasta la creación del Consejo Coordinador de Investigaciones, Estadísticas y Censos, en julio de 1946.

Por otra parte, afirmar que un país es “mas rico” por su PBI per cápita conduce a conclusiones desopilantes. Si así fuera, hoy el país más rico del mundo sería Mónaco, con apenas 35 mil habitantes, dedicada al turismo de lujo y la actividad bancaria (paraíso fiscal). O Qatar sería más rico que Alemania. Pero la exportación de materias primas a altos precios internacionales puede dar grandes ganancias para las clases dominantes de un país, pero no garantizan el bienestar de su población ni tampoco un verdadero desarrollo económico.

En nuestro caso, Argentina tiene condiciones excepcionales para la agricultura y la ganadería. Y a fines del siglo 19 contaba con un contexto de altos precios internacionales para sus exportaciones. Esto dio enormes ganancias a la oligarquía argentina. Pero las paupérrimas condiciones del pueblo terminaron estallando en revueltas como el Grito de Alcorta de los chacareros (1912), la Patagonia Rebelde de los obreros rurales (1920) o la Semana Trágica en Buenos Aires (1919).

Lo distintivo de las economías más importantes del planeta es su gran desarrollo industrial, que no se contrapone con la producción agropecuaria sino que se retroalimentan mutuamente. En Argentina, el desarrollo industrial recién empezó a despegar iniciado el siglo 20. Pero esta industria, imprescindible para un verdadero desarrollo económico de cualquier país, sería según Milei la causa de nuestros males.