El gobierno interviene la libertad en paritarias

Que los monopolios remarquen libremente, sí. Pero que las partes acuerden libremente un aumento salarial, no. Ésa es la lógica que quiere imponer el gobierno. El ministro Caputo definió no homologar acuerdos paritarios de más del 14% para febrero y más del 12% para marzo, que se ajustaría a la inflación que espera. Así, el gobierno se hace el distraído por la brutal caída salarial de diciembre y enero, y niega por definición toda posible recuperación del poder adquisitivo.

La intención gubernamental se conoció tras la demora del gobierno en homologar el acuerdo de la recomposición del 45% bimestral que había acordado Camioneros en paritarias. La paritaria es una instancia entre privados, que reúne a representantes de trabajadores y de las empresas. El sindicato ya anticipó que habrá medidas de fuerza si el gobierno no acepta este aumento.

Al final, queda claro que la negativa de Milei de regular el mercado es sólo cuando esa regulación afecta a algún monopolio. Pero, evidentemente, no tiene problema en intervenir en el mercado del trabajo siempre y cuando sea para perjudicar a los trabajadores. En verdad, lo mismo había hecho cuando definió retrasar al Salario Mínimo, Vital y Móvil –y los salarios estatales en general– frente a la inflación.

Desde el punto de vista económico, las medidas del gobierno van en el sentido de “estabilizar” el empobrecimiento del bolsillo popular y el abaratamiento de la fuerza de trabajo, para que los monopolios junten sus ganancias con pala mecánica.