Encuentro de recuperadas en el Bauen

Los trabajadores del hotel recuperado Bauen –situado en las avenidas céntricas porteñas de Callao y Entre Ríos– fueron anfitriones del encuentro nacional de empresas y fábricas recuperadas que se realizó el sábado 15 de julio. Esta cooperativa, que reúne 120 trabajadores y había logrado la sanción en el Congreso de la expropiación de las instalaciones pero que luego fue vetada por el presidente Macri, es una muestra de la difícil situación que atraviesan en general las recuperadas. Desde Vamos! conversamos con Mónica Acosta, también promotora del encuentro y presidenta de otra cooperativa emblemática: Renacer, que funciona en las instalaciones de lo que alguna vez fue Aurora Grundig en Ushuaia. Renacer tiene la ventaja de haber logrado la expropiación, aunque su situación tampoco es sencilla. El encuentro fue un resultado de la necesidad de unir fuerzas y reunió alrededor de un centenar de organizaciones.

–¿Cómo surgió el encuentro?

–Como producto de la situación acuciante que vivían los compañeros del Bauen, detrás del tema del desalojo, nosotros en aquella oportunidad pudimos garantizar que viajaran cinco compañeros a entregar la solidaridad. En aquel momento se abrió una instancia de negociación por el desalojo. Y entendíamos que por ahí la pelea era mucho más general, que nosotros necesitábamos una agenda propia que estableciera todos estos lineamientos donde poder compartir en qué situación real estábamos, que iba desde la seguridad jurídica de los inmuebles o las unidades productivas, que tenía ver con el alcance de la apertura de la importación, el tema de las tarifas, la falta de financiamiento, la recesión económica… Y bueno, como en otras oportunidades lo hemos querido hacer, buscar la afinidad con algunas de las recuperadas. Nos propusimos buscar esa confluencia, por lo menos empezar con un grupo y después tratar de llegar a más alcance. En el encuentro compartimos las realidades de cada recuperada y también nos propusimos un plan de lucha a largo plazo. Y poder abordar una agenda nacional que plantee reuniones con distintos funcionarios de los distintos entes, pero que haya cierta cohesión en las acciones. Cada uno desde su lugar. Y así surgió. La verdad que volvemos muy contentos.

–¿Qué identifica a este movimiento de recuperadas que se juntó?

–En su gran mayoría son procesos industriales. Hay muchas que son metalúrgicas. Hay otros que están vinculados al rubro de la gastronomía. Pero también dentro de esta composición se agregaron las que son cooperativas de servicios, que por ahí no parten de un patrón anterior o una razón social anterior y que se formaron en el último período. La verdad que me gustó enterarme de que hay nueve emprendimientos que están en lucha por ser una recuperada, durante estos últimos años de macrismo. Porque parecía que frente a los sucesos de Pepsico y de todas las otras fábricas que están despidiendo masivamente entraban en un punto de frustración, como que no valía la pena realmente la ocupación de la fábrica y que no queda otra más que aceptar la indemnización. Yo creo que la disputa está en dos cuestiones: ser una opción frente a la crisis ya sea cuando se recibe el telegrama y hay posibilidad de cobrar indemnización pero se pelea por la continuidad laboral. Es una lucha para poder dar de cara al estado. Y la otra cuando es un proceso consumado. Es fundamental que nosotros tengamos en claro que somos parte del movimiento obrero ocupado, que necesitamos confluir en la lucha con direcciones gremiales afines y el movimiento obrero en general, porque todos estamos peleándola. Si bien nosotros tenemos condiciones especiales, somos incluso más superexplotados que cualquier obrero ocupado. Estamos en una franja en dónde no se termina de definir en dónde situarte frente a la precarización. Lo que sí sabemos es que frente a esa avanzada si no la peleamos en conjunto y no tenemos un plan de lucha activo para poder reagrupar obviamente estamos perdidos.

–¿Qué evaluación hicieron del momento actual y la política del gobierno?

–En estos momentos la situación se ha agravado más que en otros. Hubo contextos un tanto más favorables, pero en definitiva para recuperadas no ha habido una política clara ni del gobierno anterior ni del que estamos mucho menos. En el anterior, como planteamos en muchas oportunidades, tampoco éramos sujeto de crédito. Y el propio Estado nos empujaba a que dependiéramos de alguna empresa grande y no que tuviéramos vida propia. En parte lo que estamos discutiendo es eso. Y hoy está mucho más agravada la situación. Para el gobierno no somos visibles bajo ningún punto de vista. Lo qué me dio mucho gusto saber es que si bien muchas estamos en estado de precariedad hay voluntad de pelea. Aunque los tarifazos como así también la apertura de importaciones pusieron en jaque la continuidad de gran parte de las recuperadas. Y, en estado de precariedad o no, durante todos estos años no sólo se han mantenido las recuperadas sino que en algunos de los casos se ha logrado ampliar el número de trabajadores. Acá, por ejemplo, conocimos a los compañeros de La Casona, de Capital, que fueron los que trajeron todo el servicio de catering al encuentro. Tuve el agrado de ir a almorzar ahí, que nos invitaron. Me quedé maravillada no solamente por cómo lo hacen producir al restaurante sino la atención del lugar. Estaba lleno de gente. Y eso es lo que nos pasa a muchos de los lugares. El consumidor final sabe que vos hacés miles de esfuerzos para poder sostener la actividad. Si tiene que elegir a una empresa recuperada porque sabe que le vas a cuidar el bolsillo, que le vas a proveer de un buen servicio, nos va a elegir mil veces a nosotros. Y contribuir a una causa social antes que ir a otro lugar. Pero a la vez, ante cada escenario que nos plantea cada gobierno sabemos que no solamente estamos en lo acertado, sino que reafirmamos el mismo camino a pesar de todas las piedras que tenemos en el camino. Porque la verdad que no nos costó mucho un mínimo de independencia. Nunca la tenés y menos en este sistema. No accedés con facilidad a un crédito, aun teniendo los títulos de propiedad como es en el caso nuestro. Tenés que soportar los embates de grupos económicos que te consideran una amenaza. Sabemos lo que es que permanentemente te boicoteen. Y frente a eso no te queda otro camino más que la lucha colectiva.

–¿Cuáles son los problemas más acuciantes de las recuperadas?

–La carencia, después de 17 años, de no haber logrado una estabilidad a través de las leyes de expropiación. Es un problema grave. También está la recesión económica, que nos ha atravesado no solamente a las recuperadas sino a todos los argentinos. La suba intempestiva del dólar, que nos generó trepadas en gran parte de nuestras estructuras de costos. La apertura de importaciones, que provoca la destrucción masiva que se le está haciendo a la industria en general. Por supuesto, las tarifas.

–¿Cuáles son los reclamos que estuvieron discutiendo de llevarle al gobierno?

–Todo lo que te acabo de detallar como una cuestión fundamental, pero a la vez peticionar líneas de acceso a crédito blando a través del Banco Nación. También, la inscripción a todas estableciendo ser proveedores del Estado. Porque nosotros, si bien producimos electrodomésticos, hemos hecho la experiencia de que el Estado provincial con el IPV [Instituto Provincial de Vivienda] compre nuestros lavarropas y entregue las casas con lavarropas de Renacer. Gran parte de los que tienen una producción a través de un producto terminado pueden ofrecer esa capacidad como así también la prestación de servicios. Y otra de las cuestiones es tarifa diferenciada o un proyecto de ley que nos beneficie con eso.

–¿Tienen planteadas iniciativas?

–En principio una movilización. Pero también pedir formalmente las reuniones donde correspondan. Si no son atendidas, lógicamente tratar de confluir con otros sectores en lucha en una marcha, acá en Capital. Además, la idea es marchar a un congreso más general ahí en Pihué, donde se van a reagupar cooperativas, distintas dirigencias gremiales, políticas. Se van a plantear también muchas de las cosas que se discutieron acá, para tratar de ampliar ese horizonte, y se va a tratar de poner una fecha a una futura movilización. Y desde luego nosotros estuvimos con el ofrecimiento de poner sede a Tierra del Fuego para el próximo encuentro nacional de recuperadas.

–¿Cómo se están organizando?

–Hay una comisión conformada en Capital, que nos van a estar informando y haciendo una consulta permanente para los que somos del interior. Para que cada punto que esté en el documento sea con el aval de todos los presentes, para poder ampliar el movimiento y hacérselo llegar a más.