Romina Jones, vocera de la Pu Lof de Cushamen, dialogó con Vamos! acerca del contexto en que se desenvuelve la lucha del pueblo mapuche por el territorio. Entre otras cosas, remarcó que “algunas comunidades quedaron acorraladas en territorios que no son productivos, donde no se puede sostener una vida digna” y que el gobierno busca “generar una guerra entre la población más pobre”.
La desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado como resultado de una represión de Gendarmería Nacional y el asesinato por la espalda de Rafael Nahuel por parte de Prefectura pusieron de manifiesto una problemática que data de mucho tiempo atrás: la apropiación de la tierra perteneciente a pueblos originarios por parte de grandes terratenientes y empresarios. Pero, también, puso en evidencia hasta dónde el gobierno de Macri pretende llegar para defender a los usurpadores.
Un día después del asesinato de Rafael, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, salió a desligar de cualquier tipo de responsabilidad a la Prefectura: “su versión es la verdad, no necesitamos pruebas”. Sus declaraciones fueron casi calcadas a las que hiciera ante la desaparición de Santiago tras la represión de Gendarmería que lo acorraló en la orilla del Río Chubut. En palabras de Romina, “tienen todo su aparataje puesto a disposición de arremeter contra en pueblo mapuche. Están creando un enemigo interno. El mapuche ocupa el lugar del terrorista, el malo, el violento”.
Para la vocera de la Pu Lof de Cushamen, hay un método que las más altas esferas de Cambiemos aplican con una intencionalidad concreta. “Es el mismo discurso que esgrimieron con Santiago, que se lo llevaron, no sabemos qué hicieron con él, estuvo un montón de tiempo desaparecido y apareció en un lugar que había sido rastrillado tres veces. Es de una impunidad y una perversidad terrible lo que está sucediendo; y lo lamentable es que generan división entre el pueblo mapuche y el pueblo argentino pobre, porque es eso lo que quieren generar”.
La estigmatización padecida por el pueblo mapuche hoy cobra índices de violencia superlativos. Sin embargo, su opresión es estructural en este sistema, más allá de la gestión gubernamental de Cambiemos. Romina explica que “algunas comunidades quedaron acorraladas en territorios que no son productivos, en los que no se puede sostener una vida digna. El resto de la gente del pueblo mapuche vivimos en las ciudades, en las partes más pobres, en los barrios periféricos. Al esperar tantos años una respuesta del Estado, una solución, y no tenerla, y al tener necesidades urgentes que van de lo material a lo cultural, nos vemos obligados a las ocupaciones territoriales”.
La violencia del gobierno crece. Sin embargo, también lo hace la tenacidad de los pueblos originarios para enfrentarlos.
En apoyo al pueblo mapuche
En distintas ciudades y países se marchó el sábado 9/12 frente a la ofensiva de estigmatización del pueblo mapuche. Esta campaña persecutoria es promovida no sólo desde el gobierno argentino sino también desde el estado chileno, que ha solicitado la extradición de Facundo Jones Huala. Buscan despejar el territorio para beneficio de los negocios de monopolios y terratenientes.
Se reclamó la desmilitarización del territorio mapuche y así como el cese de la violencia y los asesinatos en ambos lados de la cordillera, de acuerdo a la convocatoria realizada por La Marcha de Mujeres Originarias por el Buen Vivir. También se exigió la derogación de la ley antiterrorista, aplicada principalmente por el gobierno de Chile en las causas de persecución hacia el pueblo mapuche; la libertad a Milagros Salas; la no extradición a Chile del longko Facundo Jones Huala y su pronta liberación; juicio y castigo a los culpables de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado e inmediata destitución de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich; y justicia por Rafael Nahuel.
