Hacia una Empresa Nacional de Alimentos

Sol Puntano: una experiencia de empresa provincial de alimentos.

La vocera presidencial Gabriela Cerrutti confirmó que el gobierno está encaminado a constituir una Empresa Nacional de Alimentos (ENA). Según dijo, uno de sus objetivos es combatir la monopolización de la comercialización para contribuir a las políticas contra la inflación. Previamente, la cuestión había sido planteada por Rafael Klejzer, integrante de La Dignidad y director nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social. La iniciativa ha sido fundamentada además en un documento, que extractamos.

“Crear una Empresa Nacional de Alimentos (ENA) es clave para activar el rol del Estado en la planificación, regulación, control, producción, análisis de costos y comercialización de los alimentos de manera no monopólica y no dejar el mercado en manos de las grandes corporaciones”, explicó Rafael Klejzer desde su cuenta de Twitter (15/2/21).

En el documento difundido se puntualizaron los objetivos de la ENA:

  • En el corto plazo: Centralizar compras, eliminar la tercerización en la comercialización favoreciendo el contacto directo entre el productor y el consumidor logrando bajar considerablemente los precios. Esto busca mejorar los precios del consumidor y también de los pequeños productores, todos presos hoy de la monopización.
  • En el mediano plazo: Acopiar productos y favorecer su procesamiento.
  • En el largo plazo: Contar con una ENA posea una producción diversificada.
    El documento denuncia la especulación de diez empresas productoras de alimentos que “poseen casi el 100% del mercado” y analiza que “sólo produciendo alimentos vamos a conocer el costo de los alimentos”. Esta especulación es precisamente una de las causas que agrava la inflación.

Por otra parte, el involucramiento del Estado en la comercialización y producción es la forma de evitar la constante extranjerización de nuestras industrias. De hecho, el documento denuncia que, de estos diez monopolios, “nueve [son] transnacionales y una [es] multinacional con sede en Argentina”. Por otra parte, es mucho más beneficioso para el pueblo y la Nación invertir en una empresa estatal antes que perder recursos en estafas como la que Vicentín y el gobierno macrista hicieron con los productores chacareros y el Banco Nación.

Antecedentes

En otro rubro, YPF es nuestro mejor ejemplo de la importancia de que el Estado se involucre en la producción. De hecho, el peor período fue cuando YPF estuvo en manos extranjeras: no hicieron más que vacíar nuestras reservas hidrocarburíferas hasta perder nuestro autoabastecimiento energético. Pero también en el plano de empresas de alimentos hay aún experiencias estatales. Para mencionar algunas:

  • La Plata, Universidad Nacional de la Plata: País.
  • La Rioja: “Mejor Riojanas” (ver Al Frente Nº 170).
  • Catamarca, Hualfín: Bodega Municipal Hualfín.
  • Formosa: Nutrifor.
  • Tucumán, Municipalidad de Trancas: La Overita.
  • San Luis: Sol Puntano.

También existió en su momento un frigorífico estatal, fundado en 1922 por Marcelo T. de Alvear, que fue privatizado por Arturo Frondizi en 1959. Luego, fue re-estatizado al inicio del tercer mandato de J. D. Perón; y finalmente demolido por la dictadura militar en 1979.

Las empresas estatales son hoy el medio posible para reunir el esfuerzo y trabajo colectivo en empresas que se desarrollen contribuyendo al interés general, y no simplemente a la maximización de la ganancia de un capitalista. En los países dependientes como el nuestro, la ganancia capitalista como motor lleva necesariamente a la concentración monopólica y a la extranjerización.