La reforma del miedo

Por Gabriel Galeano(*)

La dura derrota que sufrió el gobierno el domingo pasado dejó al Frente Todos en el umbral del gobierno a partir de diciembre y aleja la posibilidad concretar una reforma laboral como exige el FMI y los monopolios. Pero, a la vez, es importante mostrar por qué hay que garantizar ganarle a Macri en primera vuelta en octubre, como también lo que van a proponer estos sectores al futuro gobierno para lograr gobernabilidad.
En la semana previa a las PASO, se filtraron detalles del borrador de la reforma laboral que el presidente Mauricio Macri habría prometido al FMI. En ese borrador de reforma se estaría camuflando:
El fin de la vigencia de los Convenios Colectivos de Trabajo, la negociación por empresa y no por actividad, facilidades para la subcontratación (“mayor adaptabilidad a cambios en la demanda”) y la tercerización.
Fin de las indemnizaciones por despido facilitando el proceso de despedir empleados y achicar el “costo laboral”.
Límite a los aportes solidarios que perciben los gremios por encima de la cuota de sus afiliados, habilitando la posibilidad de que cada empleador elija qué gremio representa a su personal, una línea similar a la que implementó Mercado Libre con el sindicato de Carga y Descarga en un centro de logística.Ek
Establece que el “ausentismo” debe ser “combatido” al tiempo que se prevén cambios en los regímenes de licencias personales, limitando las licencias por enfermedad por un “régimen de días personales” y la limitación de los días no laborales “por enfermedades de larga duración” y en pequeñas empresas podrían otorgar banco de horas y vacaciones fragmentadas y flexibilizar mecanismos de contratación y pasantías (sin relación de dependencia y su extensión por hasta un año de plazo), a la vez que se eliminarán las multas para los empresarios que tienen trabajadores no declarados.
Entre otros puntos, figuran la creación de nuevas figuras como las de “autónomo económicamente vinculado” que sería aplicado en pequeñas unidades productivas, y la del “trabajador autónomo de plataformas”, esto es asalariados sin obra social, ART ni aportes previsionales.
Se crean los “fondos de cese laboral” en reemplazo de las indemnizaciones habituales, la “polivalencia” que permite “que las partes puedan pactar cambios en las tareas y condiciones laborales” y una redefinición del concepto “salario”, con el objeto de acotar los rubros con peso en el cálculo indemnizatorio, eliminando de las indemnizaciones por despidos previstas en el art. 245 LCT, excluyendo de la base de cálculo, expresamente, la parte proporcional del aguinaldo, todos los premios y bonificaciones, y toda compensación y/o reconocimiento de gastos que el empleador efectué hacia el trabajador. De esta manera se eliminan rubros incuestionables y sin lugar a duda forman de la mejor remuneración mensual, normal y habitual devengada del trabajador que constituye la base de cálculo indemnizatorio.
Fundamentos y finalidades. Sus falacias. Protección laboral vs empleo.
Los mensajes de elevación caen en un lugar común: caracterizan la situación del trabajo en la Argentina, diagnosticando que, desde el marco institucional que rodea lo laboral, las fuerzas sociales de la producción se mantienen en un entorno que ha quedado sumergido en la imprevisión de su desenvolvimiento y en la asfixia de su entorno regulatorio. Ello es reiteración en los proyectos pasado.
Este diagnóstico del Gobierno se sostiene en los siguientes datos: persistencia de la tasa de desocupación y del índice de trabajadores no registrados (33,7%), estancamiento de los niveles de creación del empleo asalariado en el sector privado agudizado por el incremento anual de la población. Todo ello se profundiza en un contexto de inseguridad jurídica, provocada por la alta litigiosidad, que desalienta la inversión y la formalidad registral, especialmente para los pequeños y medianos empleadores.
El nudo argumental es estrecho, manipulador. De movida se desnuda solo, porque refiere a tasas actuales de desocupación y empleo no registrado, y no formula ninguna comparación ni los datos duros previos a diciembre de 2015.
No hay persistencia en la tasa de desocupación, como dice el gobierno. De hecho, las estadísticas oficiales son elocuentes. Hay dos políticas diferentes, con dos modelos económicos diferentes y, a cada uno, le corresponden resultados diferentes: caída de la desocupación entre 2003 y 2015 y retorno a la desocupación creciente en 2016 y 2019.
Considerando la tasa de desocupación para los segundos trimestres de cada año, entre 2003 y 2019, en el año 2003 la tasa se ubicaba en el 17,8% reduciéndose de manera notable hasta el año 2015, ubicarse en el 6,6% con lo que la disminución se situó en los 11,2 puntos porcentuales en 12 años. Por el contrario, con el cambio de gobierno y de política económica, la tendencia a la reducción de la desocupación en nuestro país, se vio bruscamente alterada. La tasa se elevó desde el 6,6% de 2015 hasta el 10,2 de 2019, con lo que la desocupación se incrementó en 4 puntos porcentuales en tan solo 3 años. Con ello cae la afirmación sobre la persistencia de la tasa de desocupación.
En cuanto al estancamiento en los niveles de creación de empleo asalariado en el sector privado, como quiere hacernos creer el gobierno, entre los años 2003 a 2015 observamos, un crecimiento en el empleo, es decir, creación neta de empleo. Por el contrario, entre 2015 y 2017 se observa destrucción de empleo.
Tomando como fuente el SIPA, y considerando los segundos trimestres de cada año, como propone el mensaje del ejecutivo, en el 2003 existían 3.666.776 trabajadores asalariados registrados en el sector privado. Ese número se elevó, casi duplicándose, hasta los 6.553.511 en 2015, verificándose una variación del promedio anual de creación de empleo para el periodo 2003-2015 de 5,5%, y si tomamos el tramo del periodo 2011- 2015, ese promedio fue de 1,25% pero siempre positivo.
Durante el Gobierno de Macri, en cambio, para el año 2017, la cantidad de trabajadores registrados descendió hasta 6.529.125, ubicándose por debajo de los niveles de 2015. Si observamos este periodo, el promedio anual de creación de empleo para el periodo 2015- 2018, fue de -0,18%, señalando una destrucción neta de empleo.
Con lo cual, no hay tal periodo de estancamiento, pero sí de creación de empleo en el periodo 2003-2015, y otro bien claro de destrucción de puestos de trabajo: el del gobierno de Macri.
A modo de conclusión
La historia reciente nos recuerda que ninguna reforma de carácter regresivo como la que propone el gobierno, el FMI y los monopolios genera el efecto que sostienen quienes la impulsan con entusiasmos reiterados y cíclicos. Lejos de generar empleo, bajar los niveles de informalidad y descender la litigiosidad, sus consecuencias serán instalar la precarización de las relaciones laborales y promover el debilitamiento de las organizaciones sindicales.
Pero estas definiciones, tienen además un contexto signado por el aumento del autoritarismo, el amedrentamiento, y el disciplinamiento de referentes sociales, sindicales y políticos. Persecución política a dirigentes sociales opositores, dirigentes sindicales estigmatizados y organizaciones sindicales intervenidas de la mano de la justicia penal.
Restricciones al derecho de huelga y a la negociación colectiva. Jueces laborales denunciados en el Consejo de la Magistratura por el contenido de sus sentencias y abogados de trabajadores peligrosamente puestos en la condición de “mafiosos”. Este combo pretende pues, destruir los instrumentos de defensa de los derechos e intereses de los trabajadores con el objetivo final de quebrar la correlación de fuerzas, habilitar un profundo cambio cultural en las relaciones laborales y permitir una victoria permanente en la transferencia de riquezas a favor de los poderes económicos.
Cualquier propuesta de mejora, será sólo un maquillaje que no ocultará el verdadero rostro devastador de la misma, aquello que de modo magistral Rodolfo Walsh nombró como “la miseria planificada”. Son los mismos intereses y las mismas filosofías inspiradoras, aunque adornen y relaten nuevas estrategias comunicacionales para presentarlas en sociedad. Los intereses son los mismos y las consecuencias también. En fin, nada nuevo, la reforma nos colocará si no hay drásticos cambios de modelo político y económico, en las puertas de otra debacle.

(*) Sec. Adjunto – Comisión Interna del Fuero del Trabajo-UEJN.