El pasado martes 11 de marzo por la mañana se realizó una nueva audiencia por el juicio iniciado contra ocho ex presidentes del Centro de Estudiantes de Ingeniería “La Línea Recta” por parte de Marcelo Magallanes, un empleado no-docente de esa Facultad. Como testigos convocados por la defensa se presentaron a declarar un docente de Ingeniería y Alejandro Funes, ex trabajador de apuntes y actual dirigente gremial no-docente en Sociales. En simultáneo un grupo de estudiantes de la FUBA se movilizaron a la puerta del Juzgado a denunciar que éste es un juicio-extorsión instrumentado por el ex decano Rosito y el kirchnerismo contra los centros de estudiantes.
Magallanes antes trabajaba en una fotocopiadora de la Facultad, que en 2007 fue desalojada por el entonces decano Rosito y su vicedecano Campanella junto con las librerías, comedores y otras fotocopiadoras. En lugar de exigir indemnización a la Facultad tras la pérdida de su puesto de trabajo, Magallanes demandó al CEI y sus presidentes.
Fue incentivado por el decano, quien le otorgó ascensos de privilegio en la estructura no docente de Ingeniería.
Tal es así que el lunes 10 declaró como testigo el ex vicedecano, Campanella. Como era de esperar, declaró en contra de los ex presidentes del CEI desde 1996 a 2007 y pretendió deslindar responsabilidades de la Facultad. En 2004 Rosito y Campanella llegaron al decanato de la mano del kirchnerismo. Rosito está vinculado a las Fuerzas Armadas. Ese año los estudiantes de Ingeniería con el CEI tomaron por un mes el decanato, en rechazo a la CONEAU y al propio decano.
El planteo de Magallanes es que el CEI es una “sociedad de hecho”, según la cual todos los presidentes deberían responder con sus bienes por los conflictos laborales en los locales de fotocopiadora, librería y comedor. Este planteo desconoce incluso que todos los años los centros de estudiantes renuevan sus autoridades en elecciones donde votan todos los estudiantes. La Comisión Directiva del CEI y la FUBA han rechazado esta acusación y lanzaron la campaña de denuncia.
Lo notorio de las declaraciones del ex videcano Campanella no son sólo sus acusaciones contra el CEI, sino que fue convocado como testigo por un ex presidente del CEI e integrante del MLI: agrupación que condujo el CEI en los años 2008 a 2010. Así, además, quedaron expuestos los lazos del MLI con el kirchnerismo. Antes, el año pasado, el MLI había convocado al ministro de Defensa K Agustín Rossi y al decano kirchnerista Rosito a un encuentro en la Facultad.
Desenmascarada y denunciada la maniobra, ahora el propio Magallanes ofrece una salida negociada, por lo que las audiencias se han suspendido hasta el 20 de marzo.