Los poderosos del G20, en la puerta del infierno

“Bienvenidos al infierno”. Con esta consigna recibieron, unos cien mil manifestantes en Hamburgo y otras 30 ciudades alemanas, a los capos de EEUU Donald Trump, el ruso Vladimir Putin, el chino Xi Jinping y otros poderosos reunidos el 7 y 8 de julio en la Cumbre del “Grupo de los 20” (G20), una mescolanza de gobiernos de potencias imperialistas y de otros países que esos mismos capos y la prensa llaman “emergentes”.

Hamburgo fue puesta prácticamente en estado de sitio. Veinte mil policías vigilaron con helicópteros y reprimieron con cañones de agua y con gas pimienta a los manifestantes antiimperialistas y anticapitalistas convocados por 170 agrupaciones, que levantaron barricadas, incendiaron autos y patrulleros, cortaron calles y respondieron a trompadas y piedras en rechazo a los poderosos del mundo, responsables de las políticas de ajuste, hambre y entrega de la soberanía nacional que imponen a sus propios pueblos y a los del tercer mundo descargándoles las crisis que ellos mismos provocan.

Se revivieron las escenas que durante los años ‘90 acompañaron cada reunión internacional del FMI, el Banco Mundial y el Foro de Davos, que no podían ver la luz del día y debieron terminar haciendo sus enjuagues en lugares lejanos y ocultos debido al repudio popular.

Sobre ese trasfondo resaltó la penosa figura de Mauricio Macri yendo a ofrecerse como siervo estratégico de los poderosos y reafirmando su política entreguista y de ajuste y despidos masivos, en la esperanza de obtener préstamos e inversiones, y tal vez una medalla de “aliado extra-OTAN” (¿o más bien “felpudo extra-OTAN”?) como Menem en el ‘95…