Durante su visita por EEUU, el presidente Macri insistió en relación a Venezuela: “Creo que deberíamos ir hacia un embargo petrolero total” (The Financial Times, 8/11). La “propuesta” en nombre de la “democracia” era para su anfitrión, Donald Trump, como una especie de competencia reaccionaria contra el principio de autodeterminación de los pueblos.
Argumentó que “las cosas han ido de peor en peor. La situación ahora es dolorosa. La pobreza sube día a día y las condiciones de sanidad empeoran día a día.” Entonces, tras considerar que el Grupo Lima –constituido por 12 cancilleres americanos– está “haciendo un buen trabajo”, evaluó que “es todo lo que nosotros podemos hacer”. En cambio, “EEUU puede hacer más”, insistió. Su propuesta busca “cortarle los recursos a Maduro y mantenerlo aislado del resto de la comunidad”.
Hoy Estados Unidos compra 800 mil barriles diarios de petróleo del 1,9 millón barriles que produce Venezuela (ver Vamos! Nº104). Si se concretara su propuesta-amenaza, quien perdería los recursos sería ante todo el pueblo venezolano, cuya situación de miseria podría pasar de gravísima a catastrófica. Cinismo sin límites de Macri, que fue premiado durante su visita con la “insignia de oro” de la Americas Society (el último presidente argentino que había recibido esa condecoración había sido Carlos Saúl Menem).
De todas formas, difícilmente Macri tenga demasiada influencia sobre el presidente yanqui. De hecho, tras la última visita del vicepresidente yanqui Mike Pence a Argentina, EEUU pasó a aplicar aranceles de más del 70% al biodiesel argentino. Ahora, no sabemos qué inversiones logró traer el presidente Macri de su visita a EEUU. En cambio, se conoció esos días que fueron ratificados los aranceles contra el biodiesel argentino.
Disputas
El interés yanqui en controlar la situación interna venezolana es muy concreto. Un 8 por ciento del total del petróleo que EEUU importa proviene de Venezuela, según los datos de 2016. EEUU aprobó recientemente nuevas sanciones contra varios funcionarios del gobierno madurista. También la Unión Europea está dando pasos en ese sentido. Pero la sanción más grave de EEUU ya había sido tomada en agosto, cuando mediante decreto presidencial prohibió a ciudadanos y empresas yanquis acordar nuevas deudas con Venezuela o PDVSA.
En el contexto de grave crisis económica y social, agravada por el preciso hostigamiento yanqui, puede ser inminente una situación de cese de pagos de Venezuela. El lunes 13 hay concertada una reunión en Caracas para iniciar una renegociación de deuda. Rusia, uno de sus principales socios, ya aceptó discutir una renegociación de los vencimientos. China por el momento ha mantenido su posición en suspenso.
Tanto las sanciones contra Venezuela como así también la enorme deuda externa y la dependencia ya las está pagando el pueblo con hambre.
