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Entrevistamos a Cristina Canaviri, de La Matanza, que tuvo a su cargo la difusión de los boletines de Liberación Popular y nuestra prensa Al Frente en el 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades.
–¿En qué consistió la tarea de prensa y difusión durante el Encuentro?
–Fue la primera vez que tomé la tarea general. En La Matanza más o menos me muevo. Pero ir así (al Encuentro), con la tarea general… Puse todas las ganas. Lo hice y lo hicimos con las compañeras. Me puse el objetivo, que eran 15 mil boletines de Liberación Popular.
Más mil diarios de Al Frente. El primer día me puse el objetivo de tratar de terminar los boletines. Ayudaron bastantes las compañeras de todos lados. Fueron a los talleres, se llevaron boletines el primer día. Bastante. Al otro día quedó poco, menos de la mitad. O una cuarta parte. Y ahí ya vi que el objetivo era llegar a todas. Creo que se llegó. Se veían en todos lados los boletines. En los talleres, en las placitas que fueron.
Y al otro día me puse la meta de los diarios. Que se terminara también. Se lo repartí a todas las compañeras. Siete o diez a cada una que se iba a los talleres. Lo cual cumplieron las compañeras. Algunas lo vendieron, otras no. Pero igual llevaron todo. Volvieron pocos diarios. Con eso me sentí bien, me parece, se llegó al objetivo que se difundan nuestros diario y que se conozca nuestra postura también.
–¿Qué respuestas tuvieron?
–Se ponían a leer un poco. Y al que no le gusta decía “no”. Pero eso era muy poco. Yo les hacía ver ahí en el piqueteo, que era en la Plaza de Cristina, que es donde estuvimos con el gazebo. Y me encontré con personas del lugar que les dije “estas son las actividades que hacemos, del diario Al Frente y de Liberación Popular, y estuvimos en esta marcha, en estas actividades. Estamos en el Frente de Todos, pero si hay algo que no nos gusta, se lo critica. Y nos dijeron, “sí, está bien”. Y más que nada escuché la queja por la represión en el sur de las compañeras mapuches. Y también una jubilada escuché, que se quejaba de los aumentos, que no alcanza el dinero, que se está haciendo a un lado a los jubilados. Y nos dijo “está bien” lo que estábamos haciendo. Y algunos se los llevaban y decían “me lo voy a leer”.
–¿Eso en cuanto al boletín o al periódico?
–De los dos. “Lo voy a leer” me decían. Y las otras compañeras no hablaron tanto cuando fueron a los talleres, y lo ofrecieron a colaboración. Con 10 pesos, 20 pesos y así.
–¿Qué rol cumplió el boletín y el periódico?
–Yo creo que ha servido para que vean nuestras posiciones. La tapa estaba bien, sobre el conflicto que se vio nacionalmente, de los trabajadores del Sutna. Se veía eso y lo que se hizo por el atentado a Cristina. Estuvimos allí en las actividades.
–¿Y cómo fue la organización para distribuirla?
–Sí, éramos ochenta y pico. Y a cada compañera se le dijo así: que teníamos que difundir el diario y aprovechar a lo máximo, que estamos acá. Acá vienen de todos lados, no sólo de Buenos Aires. Y lo cual las compañeras cumplieron. Yo no fui muchas veces a los encuentros. Fui a Chubut por primera vez. Y allí las compañeras así de los barrios no nos involucrábamos. Esta vez fue eso. Lo cual lo hicieron muy bien. Creo que sirvió mucho eso que cambiamos de la organización que éramos antes al partido político que somos hoy. Y hay muchas compañeras ya politizadas, y con lo cual ya lo hacen así como que ya están acostumbradas. Y en general llevaron cada una siete o diez diarios. Algunas, que son dirigentes, pudieron hablar capaz. No pude tampoco ver con cada una como les fue. Pero bien, pusieron todas las gana también.
