Milani: el pueblo no lo absuelve

El Tribunal Oral Federal de Tucumán absolvió al ex Jefe del Ejército César Milani por la desaparición del conscripto Alberto Ledo en 1976. Sí fue condenado Esteban Sanguinetti a 14 años de prisión domiciliaria con arresto domiciliario. Tanto la querella como la Fiscalía habían pedido seis años para Milani, que en aquel momento revestía como subteniente, y prisión perpetua para Sanguinetti, su oficial superior que lo instruyó para falsificar un acta de deserción de Ledo.

A la salida de la audiencia Graciela Ledo, hermana de Alberto, calificó de “vergonzoso” el fallo y expresó sentirse “profundamente decepcionada de la justicia cómplice de los genocidas”. Por su parte, el fiscal Pablo Camuña consideró “comprobada la responsabilidad de los dos acusados con el nivel de certeza que permite una condena”.

Alberto Ledo fue desaparecido el 17 de junio de 1976, cuando cumplía tareas como conscripto en Tucumán, dentro del Batallón de Ingenieros 141 del Ejército. Ese día fue sacado del campamento por el propio Sanguinetti y jamás regresó. Tenía veinte años. Luego Sanguinetti ordenó un sumario y posteriormente le encargó a Milani elaborar su acta de deserción, método para encubrir la desaparición de conscriptos.

Momentos previos a conocerse el fallo, Milani leyó su declaración pretendiendo ubicarse como un perseguido mediático y afirmó que “tanto aquí como en el juicio realizado en La Rioja, ambos basados en acusaciones falsas, más que hacerme un daño a mí se le ha infligido un castigo al Ejército argentino, privándolo de la posibilidad de una reconciliación definitiva con el pueblo y de una definitiva recuperación de capacidades que se había comenzado en 2013 con mi gestión, la más importante de los últimos 40 años”. Curioso concepto de “reconciliación definitiva” que busca sostener con olvido e impunidad.

El fallo en La Rioja, donde se lo había juzgado por el secuestro de Pedro y Alfredo Olivera, también lo había absuelto el pasado 9 de agosto de forma más escandalosa aún. En este caso, donde las pruebas contra Milani eran más contundentes, los jueces argumentaron el secuestro de “se enmarcó dentro de la formalidad legal establecido por la averiguación de un hecho presuntamente subversivo, de acuerdo con los términos de la ley 20.840, y con el procedimiento dispuesto por la ley 21.460”, decretos-ley firmadas por el mismísimo Videla. ¿Un secuestro “legal”?

La familia Olivera, Ledo y el pueblo llevan más de cuatro décadas en la lucha por memoria, verdad y justicia. Resta la apelación. Pero, sea como sea, la lucha popular jamás absolverá a Milani.