El gobierno prorrogó la moratoria de la ley 26.970, que permite regularizar la falta de aportes para acceder a la jubilación, conocida como la “jubilación del ama de casa”. Sin embargo, el anuncio viene con trampa ya que deja afuera a una gran cantidad de personas, sobre todo mujeres.
Si bien, se prorroga el período en el cuál uno puede acogerse a la moratoria, no se prorroga el período en el cual uno puede incorporar esos años, manteniéndose el año 2003. Esto hace que el o la trabajadora deba tener al menos cuatro años de aportes luego de 2003 para poder acogerse. Por ejemplo: Una mujer que hoy tiene 60 años de edad (que ha nacido en 1959) podría haber comenzado a hacer aportes en el sistema previsional desde 1977, en sus 18 años. Desde 1977 a 2003 podría sumar 26 años de aportes, sumando los aportes que haya podido hacer y la moratoria vigente hasta el año 2003. Pero se necesitan 30 años de servicios con aportes. Entonces, para completar esos 30 años en fecha posterior a diciembre de 2003, tiene que haber trabajado al menos cuatro años en relación de dependencia.
Es extremadamente cruel, en este contexto de pobreza, no solo no prorrogar este beneficio para todas las personas, sino también generar falsas expectativas con un anuncio de estas características. La medida deja afuera principalmente a mujeres dedicaron toda su vida a las tareas domésticas y de cuidados, y a tantas otras que engrosaron y engrosan las cifras de trabajo en negro.
Por esta razón desde el espacio “Mujeres sindicalistas” integrados por las CTA´s, la CGT, Corriente Federal y la CTEP, se marchará el 2 de julio a las 15hs a la ANSES con la consigna “Jubilarnos es nuestro derecho”.
