No inician las clases en las universidades

Por Gabriel Delisio(*)

Este lunes 6 comenzó el cese total de actividades en las universidades nacionales, institutos y colegios preuniversitarios, con un acatamiento que superaba el 90% en todo el país. Dos de las tres federaciones nacionales –ConaduH y Conadu– resolvieron parar durante toda la semana: una medida de fuerza contundente y necesaria para enfrentar la política del gobierno de destrucción de la educación pública. Por su parte, la Fedun resolvió un paro por 48 horas. Todas coinciden en el no inicio el 6 de agosto.

Dando comienzo a la semana de paro se realizaron distintas actividades en varias universidades: abrazos a las facultades, conferencias de prensa, volanteadas, tomas simbólicas y actos. Una delegación de docentes fue al Ministerio de Educación a solicitar una audiencia urgente con el ministro de Educación.

Se llega a esta medida a partir de la indiferencia del gobierno nacional que sigue sin dar respuestas a los reclamos salariales de más de 190 mil docentes universitarios y preuniversitarios y a la grave crisis presupuestaria que atraviesan las universidades.

El parte de prensa conjunto de las federaciones expresa que “(…) el Ministerio de Educación de la Nación no convoca a paritarias desde el 13 de mayo, ocasión en la que ofertó un incremento salarial de un 15% distribuido en cuatro cuotas, sin cláusula gatillo, lo que fue unánimemente rechazado. El acuerdo paritario del año pasado venció el 28 de febrero, y a la fecha seguimos sin pauta salarial 2018. Las y los docentes seguimos cobrando el mismo sueldo que en 2017, más un insignificante 5% que el gobierno otorgó de manera unilateral “a cuenta de futuros aumentos” y que no alcanza para cubrir ni siquiera la pérdida del poder adquisitivo provocada por la inflación, los tarifazos, la devaluación y en general el incremento del costo de la canasta familiar. El propio Presidente de la Nación, Mauricio Macri, acaba de reconocer que la inflación será del 30% este año. Por lo tanto, lo que nos están ofertando es lisa y llanamente una rebaja salarial.”

Los docentes tenemos claro que el gobierno de Macri y el FMI tienen puesto sobre la universidad pública un objetivo de fuertísimo ajuste y lo vienen demostrando en la política de rebaja salarial, de reducción presupuestaria y de parálisis en las obras de infraestructura. Pero también con las declaraciones que el presidente y la gobernadora Vidal vienen lanzando como misiles desde octubre del año pasado: “Se requiere el esfuerzo de las universidades para que asignen de formas más eficientes los recursos, para mejorar su desempeño y contribuir entre todos a reducir el gasto público.”; “Nadie que nace en la pobreza llega a la universidad”; “Estudiar en la universidad es un privilegio”; “A mi entender no debería haber jubilaciones de privilegios, ni regímenes especiales”.

No son frases desafortunadas, son parte de un guion muy preciso que tiene el objetivo de terminar con la universidad pública, masiva, de calidad y gratuita. Para el modelo agro-minero exportador, de declinación de la soberanía de Macri y el fondo, la universidad es un gasto y un privilegio.

Pero los docentes estamos de pie para defenderla, uniendo nuestra lucha a todas las luchas que viene protagonizando nuestro pueblo contra el ajuste, la represión, así como también por la conquista del aborto legal seguro y gratuito que daremos este 8A en las calles. Tras este masivo paro, el viernes 10 de agosto nos preparamos para evaluar cómo continúa nuestro plan de lucha.

(*) Secretario adjunto AGD-UBA.