Pasos adelante de los trabajadores del Astillero

El jueves 13 de septiembre, tras una masiva asamblea, los trabajadores del Astillero Río Santiago (ARS) dijeron basta al vaciamiento al que viene siendo sometida la empresa nacional insignia de construcciones navales. Cerca del mediodía, reclamaron a la gerencia que envíe los materiales e insumos básicos para poder concluir con la terminación del Buque Eva Perón (un 97% realizado) y que cesen los descuentos salariales. Ante la desidia de la intervención de Vidal a cargo de el Ing. Daniel Capdevilla, decidieron mantener una permanencia pacífica dentro de la fábrica hasta obtener soluciones. Tras 8 horas, ante la decisión de los trabajadores y el gran apoyo popular recibido, la intervención tuvo que ceder y firmar un acta comprometiéndose a garantizar los insumos y a hacer una reunión para tratar el tema de los descuentos.

Pero, fiel a su estilo, el lunes 17 el gobierno suspendió sin ninguna justificación la reunión pautada. Frente a esto, al día siguiente los trabajadores se movilizaron al Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires, donde nuevamente iniciaron una permanencia pacífica reclamando ser recibidos por algún funcionario. En un emotivo momento, la movilización a 12 años de la desaparición de Julio López desvió su recorrido y se fundió con la lucha del Astillero. Finalmente, tras más de 12 horas, el gobierno tuvo que atenderlos y firmar un acta en la que se compromete a comprar los insumos, suspender los descuentos, restituir los aportes y establecer una mesa técnica.

Poco después, salió a la luz un documento que revela cómo los funcionarios de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri planificaron el ataque contra el Astillero. Allí puede verse un sistemático operativo de guerra contra los 3.300 trabajadores, que incluye lineamientos como “construir el enemigo”, “mostrar el mal”, “denunciar hechos ilícitos” o “denunciar discursos que atenten contra el orden democrático”. La “Agenda integral” incluye un aspecto económico, eliminando derechos y conquistas laborales; un aspecto judicial, con denuncias penales contra los obreros; y una “agenda pública”, con una campaña mediática como la lanzada desde Canal 13 con Lanata. Una muestra más de lo siniestro y planificado de las políticas del macrismo.

Los trabajadores del Astillero saben que cada uno de los pasos adelante que han conseguido han sido gracias a la lucha y a la solidaridad popular, y que, frente a este gobierno, no se puede bajar la guardia.