Por vos y por todxs, vacunate!

La vacunación es la única medida farmacológica que ha logrado erradicar por completo enfermedades que antes causaban estragos, como por ejemplo la viruela. Gracias a la vacunación hace más de 30 años no hay casos de enfermedades graves como la poliomielitis y difteria; y los poquísimos casos de tétanos se han dado en personas no vacunadas. La vacuna contra la gripe, que todos los años deben aplicarse lactantes y personas de riesgo, ha reducido drásticamente la mortalidad y las formas graves de la influenza. Por esto, el desarrollo de vacunas contra el coronavirus es la mejor noticia que podemos tener y representa la mayor esperanza para terminar con esta pesadilla del Covid.
Esto ya se está comprobando en los diferentes países que han vacunado en forma masiva, donde se ha mostrado una drástica reducción de los casos y de las muertes por coronavirus. En Argentina, la edad de los internados en terapia intensiva es casi 10 años menor que antes de iniciar la campaña. Esto también evidencia el efecto beneficioso en quienes han recibido al menos una dosis de la vacuna, aún durante el tremendo aumento de casos debido en parte por las nuevas cepas más contagiosas.

Muy seguras y efectivas

Según los informes de diversos estudios clínicos, la eficacia de las vacunas para prevenir infección por Covid-19 varía entre 55% y 95% según las diferentes vacunas. Sin embargo, la eficacia para reducir las formas graves (por ejemplo, que requieren respirador artificial) y mortales de la enfermedad es mayor al 90% en todas las vacunas disponibles en nuestro país. Esto quiere decir que una persona que se vacuna tiene 90% menos riesgo de enfermarse gravemente o morirse por coronavirus que una persona no vacunada. Respecto a la seguridad, los efectos adversos son leves, como dolor en el sitio de punción, una fiebre o dolor muscular pasajeros. Los efectos adversos serios son extremadamente raros; y más aún si se comparan con el riesgo de enfermarse y morirse por coronavirus.

Por ejemplo, fue muy publicitado en los medios de todo el mundo que ha habido casos de trombosis en personas que se vacunaron con la de AstraZeneca. El organismo regulador de la unión europea (EMA) analizó minuciosamente los casos: el riesgo de trombosis en vacunados es de 0,00065%. Esto es similar al riesgo en la población en general, entre 3 y 5 veces menor que tomar anticonceptivos, y casi 1000 veces menor que el tabaquismo. Además, el riesgo de trombosis en las personas con Covid va del 1% en los casos leves hasta el 30% en los casos graves. Esto quiere decir que el riesgo del evento con la vacuna es más de 100.000 veces menor que con el coronavirus.

Tecnología probada

A pesar de lo contundente de los datos, persiste una minoría de la población reacia a vacunarse. Uno de los argumentos es que las vacunas se han desarrollado muy rápido desde el inicio de la pandemia. Esto ha sido así principalmente por dos motivos: 1) porque la mayoría de la investigación en el mundo se redirigió a estudiar cómo combatir la pandemia; 2) porque la mayoría de las vacunas disponibles fueron desarrolladas sobre la base de plataformas que ya se usaban para otras vacunas. Por ejemplo, la Sputnik V se realizó sobre la base de dos tipos de adenovirus utilizados en el ébola; la de AstraZeneca con otro tipo de adenovirus ya utilizado en la gripe estacional desde hace muchos años, al igual que la Sinopharm y Sinovac. Tal vez la más novedosas son las del tipo ARNm (Pfizer y Moderna), donde se utilizó una plataforma que estaba siendo desarrollada para otros virus y que ya había sido probada en ensayos clínicos. Es decir: las nuevas vacunas se montaron sobre tecnología ya conocida y ampliamente utilizada, brindando una seguridad que además ha sido confirmada en las aplicaciones contra el Covid.

Por vos y por todxs!

Por último, es necesario destacar que la vacunación no solo beneficia a la persona vacunada, sino que es útil para frenar la circulación viral en la sociedad. Así beneficia también a quien no se ha vacunado o no puede vacunarse por alguna condición de riesgo en especial (como embarazo de menos de tres meses, algunos tipos de inmunosupresión, etc.). Entonces, vacunarse no es sólo un acto personal, sino también en beneficio colectivo. Por vos y por todxs, vacunate!

Pablo C. (médico)