¿Qué significa que el 14% de lxs porteñxs ya tuvo Covid?

El 14% de los y las porteñxs han enfermado de Covid-19. Esto es lo que dio como resultado el estudio epidemiológico dado a conocer esta semana por el ministro de Salud porteño Fernán Quirós. Esto significa, en primer lugar, que sigue latente la posibilidad de rebrotes, tal como debió recoocer el ministro. Es por eso que, aun cuando la cantidad de casos diarios sigue bajando, deben mantenerse los cuidados y evaluarse cautelosamente cada nueva apertura que se pretenda hacer.

En particular, es precisamente por este motivo que el ministro de Salud porteño terminó admitiendo que la reapertura de las clases presenciales el año entrante «va a estar supeditada a la situación epidemiológica que tengamos en aquel momento» y que están trabajando “intensamente para evitar un rebrote”. Después de tanta insistencia aperturista por parte del gobierno porteño, la oposición por parte de los gremios docentes y la no aprobación del Ministro de Salud de la Nación, el estudio epidemiológico terminó dándole la razón a los docentes y demostrando que debe tenerse enorme cautela sobre este tema. Más aún tras registrarse los rebrotes en países de Europa, en Israel o Nueva York tras la reapertura de las clases.

Otro resultado de este estudio es que por cada caso de Covid detectado en CABA hay otros dos que no habían sido detectados. Esto se desprende si contabilizamos que hasta el momento había sido diagnosticado con Covid el 4,9% de la población de la cuidad: unos 148 mil casos sobre una población de 3 millones. El ministro porteño evaluó como “eficiente” esta relación de 2,9 casos reales por cada caso detectado y destacó la importancia del Plan Detectar lanzado desde Nación. Comparó este resultado con las tasas menos eficientes de detección en otras ciudades como San Pablo, Madrid o Nueva York (en las cuales hay entre 10 a 12 veces más infectados que casos detectados).

Este resultado, a su vez, permite precisar la letalidad real del Covid, teniendo en cuenta el total de casos y no sólo los detectados. Hoy en la CABA, la letalidad resulta de 3,5% de fallecidos sobre el total de 148 mil diagnosticados (con test PCR). Pero ha habido desde el inicio de la pandemia importantes polémicas en torno a cuál sería la letalidad real teniendo en cuenta además a los casos asintomáticos o leves (pero que igual son agentes de transmisión). Tomando la relación de 2,9 informada por el gobierno porteño, la letalidad de Covid-19 resulta entonces de 1,2%. Este resultado coincide con otros estudios internacionales que registraron que el Covid tiene una letalidad de entre el 0,9% y 1,3% (desde ya, esto es un promedio y varía enormemente según la distribución etaria, condiciones de vivienda y capacidad del sistema de salud).

Una letalidad del 1,2% es tremendamente alta; muy superior a la de la influenza o una “gripeciña” bolsonaresca. Y muestra que alcanzar la llamada “inmunidad de rebaño” significaría una tragedia. Nadie ha podido esclarecer si esa promocionada estrategia requiere de un 50% o 80% de inmunizados. En cualquier caso, significaría más que triplicar las muertes que ya tiene la ciudad; y duplicar la mortalidad anual (que en Argentina ronda el 0,8% de fallecimientos acumulados en un año sobre el total de la población).

En este contexto y ante estas nuevas precisiones sobre la gravedad del Covid, la vacuna aparece como el horizonte esperanzador. Más allá de cuál vacuna llegue primero a nuestro país, las expectativas están puestas en que entre fines de este año y principios del año entrante comience la vacunación masiva. Si bien este proceso de inmunidad adquirida (de forma artificial gracias al uso de tecnología) puede demorar varios meses, va a permitir acelerar las aperturas necesarias para la plena reactivación económica, ir saliendo del aislamiento severo que muchos mayores y personas de riesgo padecen junto al temor de enfermarse, y descomprimir la tensión social tras más de un semestre de restricciones. La vacunación –que casi seguro incorporará diversas vacunas– implicará también paciencia, solidaridad y responsabilidad social. Paso a paso, vamos a lograrlo.