¿Quién dispara las balas de la Gendarmería?

La desaparición de Santiago Maldonado volvió a exponer el profundo conflicto de la comunidad del Lof en Resistencia de Cushamen frente a Benetton y de la nación mapuche por su reconocimiento. Antes, a principio de año, había sido la tremenda represión a esa comunidad con el saldo de varios heridos, algunos de gravedad. En palabras de Facundo Jones Huala, lonko de esa comunidad que se encuentra ilegalmente detenido desde junio: “Tenemos que garantizar la vida de nuestros hijos, materializar la vida en territorio, el ser mapuche. Y Benetton es el terrateniente más grade de la Argentina. Es uno de los reyes de la Patagonia y siempre ha tenido a las oligarquías criollas a su servicio. Benetton, como Lewis, son los verdaderos dueños del Estado, tienen más poder real que Macri.” (Página/12, 23/7/17).

Buscan, por una parte, resolver su modo de subsistencia. Y, por otra, recuperar su identidad y reconocimiento como nación originaria pre-existente al Estado argentino. Sufrieron la mal llamada “Campaña del Desierto”, uno de los genocidios sobre los cuales se construyó el actual estado oligárquico-imperialista en nuestro país. “Fuimos obligados a nacionalidades ajenas –desarrolla Huala–, ser argentinos o chilenos, cristianizarnos, asumir formas culturales ajenas y luego ser mano de obra barata del colono rico, de los terratenientes, y ahora de las empresas extractivas. Y nos rebelamos ante eso porque es una situación colonial que tiene directa relación con el robo del territorio del pasado y que aún se mantiene”. Y aclara: “Nosotros no queremos confrontar con los argentinos pobres ni con los chilenos pobres. Ni siquiera hoy combatimos contra el Estado, sino que combatimos contra las transnacionales y los terratenientes. Combatimos contra el poder económico y político.”

Cuando la ministra Bullrich y otros funcionarios del gobierno acusan de “terroristas” a estas comunidades, no sólo pretenden ocultar su responsabilidad en la detención y desaparición de Santiago Maldonado, sino que también buscan aplicar la Ley Antiterrorista en beneficio de los terratenientes amigos de Macri. Junto con esto, desconoce incluso el reconocimiento a los pueblos pre-existentes establecido en nuestra propia Constitución Nacional.

La nación mapuche

La nación mapuche ha existido, desde hace siglos, en ambos lados de la cordillera. Cuando se conmemoraron, y se repudiaron, los 500 años del inicio de la conquista por los españoles, han confeccionado y adoptado bandera propia, Wenufoye. Existe desde siempre conflictos entre naciones. Conflictos no sólo entre los pueblos originarios y los que han llegado en barco en distintos períodos de nuestra historia, sino incluso entre las mismas naciones originarias. Por eso ha significado de gran importancia el 1º Foro de Pueblos Originarios, Genocidio y Argentinización realizado en Bahía Blanca en mayo de este año (ver Vamos! Nº98).

En diálogo con Vamos!, Moira Millán, una de las protagonistas de ese foro, explica que existen en el “movimiento de millones de mapuches” distintas expresiones sobre cómo abordar esta cuestión. Reconoce que existen posiciones independentistas, que hablan de la conformación de un país mapuche: una posición que “sí es un movimiento en Chile”; pero “en Argentina no aparece un movimiento” sino “un grupo de personas que plantean esto, que es un colectivo reducido”.

En cambio, Millán plantea “que los problemas no se resuelven con una independencia con un país mapuche, porque si en la frontera de al lado siguen contaminando y destruyendo la naturaleza, la contaminación no entiende de fronteras artificiales entre los estados. Entonces creemos que es necesaria una revolución de conciencia, global, para resguardar la vida. Y en ese sentido sí nos importa lo que le pasa al qom, al wichi, al huarpe, a todos y cada uno de los pueblos y también lo que le pasa al pueblo argentino”.

El reconocimiento de la nación mapuche y demás pueblos originarios, incluyendo la devolución de territorios usurpados para su pleno desarrollo, es condición necesaria para la unidad de los pueblos frente a nuestros enemigos comunes: los imperialismos, la burguesía asociada y los terratenientes.

Benetton usurpador

Sobre el caso en particular, Millán describe que esas estancias Leleque, El Maitén y otras “son unas 900.000 hectáreas que deberían haber pasado a ser territorio mapuche. Esto es un derecho reconocido por la Constitución por ser pueblos preexistentes. Por eso, al lonko Weichafe Facundo Jones Huala no le hacen una causa por usurpación, sino que lo vinculan con los hechos de Chile. El Estado sabe, no hay una causa penal por usurpación. Lo que está sucediendo es que lo quieren extraditar por otro hecho que sucedió allá.” Pero el juicio de extradición ya tiene fallo firme, que rechazó el pedido, por lo que su detención es ilegal.

Acusa al gobierno: “Necesitan construir el enemigo el interno, la otredad, el terrorista, para poder desactivar todos las garantías y derechos con las que hoy los pueblos originarios contamos”. ¿Por qué? “Porque esos derechos y garantías se han convertido en una fuerte barricada frente a la avanzada extractivista de las corporaciones”. La lucha contra la minería del oro en Chubut es sólo un ejemplo, que también unió a mapuches y criollos contra monopolios imperialistas y sus socios. Sobre este tema continuamos en el próximo Vamos!.