Rusia ataca infraestructura civil en Ucrania

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Tras la contraofensiva de Ucrania semanas atrás, Rusia buscó recuperar la iniciativa redoblando la apuesta militar. Por un lado, declaró la anexión formal de cuatro provincias del este de Ucrania, bajo control total o parcial de su ejército, que constituyen el 15% del territorio ucraniano y convocó a 300 mil reservistas. Por su parte las fuerzas de Ucrania lograron recuperar algunas ciudades dentro de los supuestos territorios separatistas.

A la vez por esos días, los gasoductos Nordstream 1 y 2 fueron dañados por explosivos submarinos, que Rusia atribuyó a EEUU. Lo que siguió fue el atentado con el que Ucrania destruyó parcialmente el estratégico puente que une la anexionada Crimea con Rusia. Como parte de la escalada en la destrucción de infraestructura, Rusia pasó a destruir la infraestructura civil en el oeste de Ucrania, particularmente las instalaciones eléctricas.

Esta táctica brutal busca afectar a toda la población ucraniana. Rusia ya destruyó el 30% de las centrales eléctricas del país y dejó sin luz a mil localidades ucranianas, a pocos meses de que inicie el invierno. Cabe decir que cuando EEUU invadió Irak, lo hizo desde el primer día. El presidente ruso Putin evidentemente no esperaba tanta resistencia y busca ahora hacerle insostenible la guerra al pueblo ucraniano.

A la vez, la contraofensiva ucraniana sigue, como muestra la evacuación de Jerson por parte del Ejército Ruso. Esta ciudad estaba en control de Rusia desde febrero, fue anexada por Rusia entre las provincias que nombramos antes, y ahora puede ser recuperada por el ejército ucraniano. También empezaron las acusaciones por el posible uso de “bombas sucias”. Estas bombas para dispersar material radioactivo no fueron usadas nunca hasta ahora y ambos bandos niegan su posible uso.

El tablero europeo se va moviendo al compás de la guerra. En Italia, por ejemplo, recrudeció la interna en el recientemente electo gobierno de ultraderecha. Si bien la premier electa Giorgia Meloni es crítica de la Unión Europea, mantiene por ahora su apoyo a Ucrania. Pero su socio Silvio Berlusconi salió a justificar alevosamente a Putin. Por otra parte, Turquía propuso construir un gasoducto para enviar gas ruso a Europa. Intentando mostrarse como ”pragmático”, el gobierno turco parece querer tentar a Europa con una vía de acceso al gas ruso para alivianar el aumento de precios del combustible mientras se prolongue el conflicto, situando a Turquía en una posición de mayor incidencia sobre el Viejo Continente.