Tras la infame cesión del beneficio de prisión domiciliaria al cuatro veces condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad Antonio Musa Azar, organizaciones de derechos humanos, políticas y sociales realizaron un escrache en su casa. Entre las fuerzas políticas, participaron el Comunismo Revolucionario, Partido Obrero, MST, Libres del Sur e Izquierda Socialista. La movilización fue encabezada por una bandera que decía “La cárcel es la única casa para un genocida”, y también se exigió la libertad para César Arakaki, detenido luego de la movilización contra la reforma jubilatoria.
Musa Azar representa en Santiago lo que a nivel Nacional es Etchecolatz. A las cuatro cadenas perpetuas por crímenes de lesa humanidad se le suman dos condenas por su accionar en «período democrático»: el más emblemático fue el asesinato de Leyla Nazar y Patricia Villalba en 2003, lo que ocasionó la intervención de la Provincia y la salida a la luz de más de 40.000 «carpetas», informes que la Inteligencia policial hacía de los opositores al Juarismo. Y también en los últimos años, bajo el gobierno de Zamora, han ocurrido dos casos terribles: el secuestro y posterior asesinato, con tortura y desmembramiento de su cuerpo de Raúl Domínguez, empleado de Rentas de la Provincia que denunció la malversación de fondos públicos a partir de máquinas de timbrar «paralelas» en el lugar donde trabajaba; y el asesinato de Marito Salto, un niño que Quimilí que fue secuestrado, violado, asesinado, desmembrado su cuerpo y tirado en un basural. Todo esto es posible porque aún siguen intactos la «mano de obra desocupada» de la época de la Dictadura.
El Gobierno Nacional, con la complicidad de los Gobernadores, necesita liberar y premiar a los genocidas y a quienes reprimen al pueblo para encarcelar a los que luchan y hacer pasar el ajuste y las leyes de reforma laboral y educativa. El jueves 11/01 concentramos nuevamente en Plaza Libertad a las 19 hs, en el marco de la Jornada Nacional de Lucha, para no dar tregua, para exigir la cárcel común a los genocidas y la libertad a los presos por luchar.
Corresponsal
