Santiago Maldonado: seguimos exigiendo justicia

Sergio Maldonado se acercó al micrófono y agradeció a los presentes por el apoyo. «Es un día con mucha carga», confesó. Iba a leer su discurso. Pero necesitó un momento para tomar fuerzas. Entonces, desde la Plaza se alzaron las voces de aliento. Y pudo arrancar: «Hace 354 días nos encontrábamos en esta Plaza de Mayo pidiendo la aparición con vida de santiago».

Detrás de él se encontraban las Madres de Plaza de Mayo, las Abuelas, integrantes del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, y de prácticamente todo el arco de organizaciones de derechos humanos. Delante de él, una multitud llenaba la Plaza y respondía sus palabras con cantitos y gritos.


Palabras de Sergio Maldonado.

Pasó un año de la desaparición forzada de Santiago y su muerte no ha sido aún aclarada. Sergio repasó entonces los hechos y las preguntas que señalan lo absurdo de la versión –ampliamente difundida por el gobierno y algunos medios– sobre que Santiago habría estado 78 días hundido en el río en el lugar que fue hallado.

Recordó que Santiago desapareció el día que Gendarmería  ingresó a la comunidad de Cushamen en un «operativo ilegal y llevó a cabo una cacería humana con disparos de bala de goma y de plomo». Destacó que su cuerpo apareció 80 metros río arriba, en un tramo que «había sido recorrido y revisado por el estado en siete oportunidades». «El 5 de agosto y el 18 de septiembre más de 400 efectivos entre Gendarmería, Prefectura, Policía Federal, perros rastreadores, drones, helicópteros y buzos pertenecientes a las fuerzas de seguridad, quienes responden al Ministerio de patricia Bullrich, dijeron que no había nada en el mismo lugar que apareció el cuerpo», insistió. Previamente, en el video proyectado, se señaló también que Santiago no había perdido ni las uñas ni los pelos, cuestión que no se corresponde con haber estado 78 días sumergido en ese río.

En relación a la versión del gobierno y algunos medios de comunicación que afirmaron «que Santiago se ahogó sólo y que no hay nada que reclamar», respondió que «es más de las mentiras a las cuales estamos acostumbrados». Entonces argumentó: «Los resultados de la autopsia no dicen dónde murió Santiago, qué día, en qué circunstancias, y cuántos días estuvo en ese río. Por el contrario, los peritos de la Corte Suprema el 24 de noviembre no pudieron responder a esas preguntas».

Tras cuestionar al juez Otrando, que siguió la causa hasta ser separado, describió «todas las dificultades que el sistema judicial nos impone. La fiscal, que se encuentra en Esquel. El juez que se encuentra en Rawson. Una Cámara de Apelaciones ubicada en Comodoro Rivadavia. Y la Corte Suprema de Justicia de la Nación ubicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Así el estado nos obliga a llevar adelante una peregrinación de sur a centro del país, con nuestro dolor a cuestas en búsqueda de justicia y por el derecho a saber la verdad». Reclamó la conformación de un «equipo de expertos independientes que garantice una investigación exhaustiva, imparcial, sin la injerencia del Poder Ejecutivo».

Asumiendo un rol en la lucha del conjunto del pueblo y reivindicando el amplio abanico de organizaciones que confluyeron en la jornada, propuso que «este 1º de agosto sea un punto de partida para la construcción de una unidad que imponga la agenda de los derechos humanos por encima de las diferencias partidarias, ideológicas». Y llamó a rechazar también el decreto presidencia que habilita las Fuerzas Armadas a participar en temas de seguridad interior.

Finalmente, compartió su compromiso de lucha «hasta tanto los responsables sean juzgados». Y a Santiago le dijo: «Mientras tanto tratá de descansar, como puedas y como te dejen». Cerró recordando a los 30 mil desaparecidos. Reivindicación reforzada luego por Nora Cortiñas, desde una silla de ruedas pero con la fuerza de siempre.