Se realizó el homenaje a Salamanca en Córdoba

Sobre la plazoleta que lleva su nombre, nos reunimos para homenajear al René Salamanca a 40 años de su desaparición durante aquella oscura madrugada del 24 de marzo de 1976. La plazoleta se encuentra frente a la planta Santa Isabel, donde René trabajaba. Desde allí la enorme planta industrial se trasluce a través de un enrejado con una mediasombra, que se pierde en la distancia.

Un delegado de aquellos días que se acercó al acto no dudó en afirmar: “Salamanca era un hombre de coraje”. Victorino Suares se emociona al recordar que René, a pesar del pedido de captura que pesaba sobre él, se hizo presente en el velorio de uno de sus hijos. La riesgosa aparición tuvo un objetivo concreto: abrazarlo a Victorino y a su compañera en ese momento doloroso.

El acto, organizado por la Corriente Clasista René Salamanca, fue también sencillo y contundente. Abrió Vitín Baronetto, ex secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba. Le siguieron “Pantera” Alvarado –ex cervecero e integrante de la Comisión Directiva del Centro Vecinal Alberdi–, Vasco Orzaocoa –de Izquierda Revolucionaria–, Eduardo Salas –legislador por el PO-FIT–, Guillermo Rocha –por el Comité Central del CR-PMLM– y, para finalizar, Agustín Funes –secretario del CR de Córdoba–.

Durante los discursos se fueron leyendo las adhesiones: Julio Leguizamón –secretario general del Sindicato del Personal de Industrias Químicas Petroquímicas y Afines de Bahía Blanca–, Horacio Catena –secretario general de SUTEF y CTA Autónoma de Tierra del Fuego–, Alfredo Cáceres –secretario general de SUTEBA Tigre–, Giselle Santana –secretaria general de CTA Zona Norte de CABA–, Carlos Zerrizuela –delegado general de la Comisión Interna del Frigorífico Rioplatense–, Nicolás Spangenberg –presidente del CEADIG-UBA–, y “Marley” –ex delegado de Lear–. También la Agrupación Clasista Lucha y Trabajo, Estudiantes por la Liberación, Insurrectas-Mujeres por la Liberación, ex trabajadores de Lear de la Agrupación Celeste, entre otras.

Como cierre del acto se destapó la placa homenaje a René, que fue colocada en el monolito levantado en la plaza.