Rodeado de una importante movilización de familias y organizaciones sociales, el Concejo Deliberante de Tandil aprobó por unanimidad el pasado 27 de agosto la adhesión del municipio al articulado de la Ley 14.449, de Acceso Justo al Hábitat, de la provincia de Buenos Aires. Previamente, dos sesiones habían sido suspendidas producto de la movilización.
La agrupación 1º de Octubre venía reclamando esta resolución como parte del reclamo de vivienda para las familias del barrio La Cordobita. Además, en el último tiempo se fueron sumando a la lucha otras organizaciones sociales como Comisión Procrear Tandil, Patria Grande, CTA y Socialistas para la Victoria, entre otras.
Como hemos reseñado en ediciones anteriores de Vamos!, los vecinos de La Cordobita frenaron los desalojos que estaban en marcha y se organizaron para conquistar la titularización de los lotes. En junio lograron que el municipio expropie los terrenos donde en se constituyó el barrio en los ’90, para el otorgamiento de aproximadamente cien lotes a las familias que viven allí. Estos terrenos pertenecían en su mayoría a la empresa Tandilia SRL, quebrada hace más de 50 años.
Sin embargo, luego desde el municipio, administrado por el radicalismo, se difundió que una cantidad importante de los lotes en cuestión habían cambiado de titular. Entonces, mientras se insiste con la regularización de los terrenos expropiados que eran propiedad de Tandilia y se desarrolla una investigación sobre posibles transacciones irregulares o ilegales luego de la quiebra de esta empresa, desde la asamblea del barrio se pasó a exigir la adhesión a la Ley 14.449 que reafirma la posibilidad de expropiar los terrenos.
Tras lograr que el municipio adhiera a la Ley de Acceso Justo al Hábitat, desde Vamos! conversamos con Griselda Altamirano de la agrupación 1º de Octubre.
—¿Cuáles son los beneficio que puede traer esta Ley para los vecinos del barrio La Cordobita y otros procesos que vienen reclamando vivienda?
—En primer lugar el barrio venía reclamando la adhesión a esta Ley para darle el marco legal a la expropiación para todos los lotes del barrio que el municipio venía negando. Nosotros con mucha lucha le arrancamos la expropiación de los lotes que correspondían a Tandilia. Pero dentro de las más de cien familias que viven en el barrio, la mitad estaban asentados sobre lotes de privados que en algún momento le compraron a Tandilia y nosotros queríamos que se expropie la totalidad de los lotes y se pase la titularidad dominial a nombre del ocupante. Esto da un marco para por lo menos intentar presentar proyectos al Concejo Deliberante y presionar para que sean aprobados. Las demás organizaciones que se sumaron a la pelea, ya sobre el final, entendieron la importancia de lo que hace a la función social de la propiedad que plantea esta Ley, que da un marco legal para avanzar con la lucha. No se puede decir que con la simple adhesión tenemos garantizado todas las necesidades y solucionados todos los problemas de tierras que hay. Pero por lo menos tenés esta instancia donde poder plantearlos en los municipios.
—¿Cuáles son los pasos a seguir luego de lograr la adhesión a esta Ley?
—Nosotros la semana que viene vamos a presentar el proyecto de expropiación de todos los lotes del barrio, sumado a otros proyectos de urbanización para llevar los servicios. Con las otras organizaciones se está trabajando en formar el consejo local del hábitat y en proyectos en relación al banco de tierras y de la transparencia del acceso a la información. La idea es llenar el Concejo Deliberante con proyectos de cada organización para urbanizar la tierra con los servicios y forzar que se discutan y se aprueben. Sabemos que la resistencia a la adhesión a la Ley va a generar la misma resistencia a la expropiación de los terrenos del barrio.
—¿Qué balance hacen de este triunfo?
—Nosotros festejamos porque es un triunfo del pueblo. Dos sesiones suspendidas, una tercera que casi se suspende. Esta Ley no es la reforma agraria, pero es lo más avanzado que tenemos para darle marco legal a los sectores más desprotegidos. Esa Ley había sido aprobada por casi todos los bloques de la Legislatura [de la provincia de Buenos Aires]; sólo el sector de De Narváez la rechazó. La ley no prohíbe los countries ni los cementerios privados, pero les cobra un impuesto que es el 10% del valor o el 10% equivalente en tierra. Es una ley burguesa, y dentro de una ley burguesa se toma lo que sirve. Y lo que a nosotros nos sirve es agarrarse de eso para empujar. La parte jurídica si no va acompañada de la lucha popular no se puede avanzar. Sin movilización popular estas leyes se cajonean y se duermen.
Por eso nosotros decimos que Villa La Cordobita, los pedidos de expropiación y la Ley de Acceso Justo al Hábitat conforman el inicio de la lucha por la tierra para los trabajadores en Tandil. Dónde el Estado deja tierra vacante, tierra sin reclamarla para sí, actúan todos los que están en el negocio inmobiliario: abogados, escribanos e inmobiliarias. Entonces la discusión es si vamos a seguir dejando que se queden con la tierra ellos o vamos a utilizarla los trabajadores.