El jueves 4 de diciembre el Tribunal integrado por los jueces Gustavo Salvador, José Luis Mascali e Ismael Manfrín, en un fallo unánime, dio a conocer las condenas. Tras casi 3 años del triple crimen, fueron condenados Sergio “Quemado” Rodríguez (32 años de prisión), Brian Sprio (33 años) y Daniel “Teletubi” Delgado (30 años), autores materiales de los asesinatos. Mauricio Palavecino , quien los trasladó en auto, fue condenado a 24 años. Los cuatro integraban una banda narco dentro de la ciudad, con amparo policial. Quedan para el año que viene los juicios a tres policías involucrados en este caso como encubridores. En las puertas de los Tribunales, los familiares, compañeros y las organizaciones sociales y políticas presentes festejaron el fallo.
La masacre de Villa Moreno ocurrió el 1º de enero de 2012 en la canchita del Club Oroño.
Las víctimas fueron Adrián “Patóm” Rodríguez, Jeremías “Jere” Trasante y Claudio “Mono” Suárez, de 21, 17 y 19 años respectivamente, militantes del Frente Popular Darío Santillán. Según la investigación judicial, la banda narco fue en busca de una venganza y equivocaron el blanco, pagándolo con su vida los tres jóvenes. Pero el caso puso en evidencia los profundos vínculos que ligan al narcotráfico con la policía y el poder político provincial. Tras la sentencia, el padre de uno de los jóvenes asesinados recibió amenazas de muerte. El caso también mostró la cara oculta de los barrios de Rosario.
La lucha popular logró enfrentar la campaña del gobierno y los medios, que rápidamente quisieron encasillar el crimen como un “ajuste de cuentas” o como una disputa entre bandas narcos. Y logró estas condenas, un paso adelante en la lucha contra las constantes muertes de jóvenes en los barrios y contra la impunidad.