Cartas de René Salamanca contra el Golpe de Estado de 1976

Presentamos las cartas de René Salamanca. René fue comunista revolucionario y Secretario General del SMATA Córdoba, desaparecido la misma madrugada el 24 de Marzo de 1976.

Estas cartas a los trabajadores mecánicos cordobeses son de una importancia histórica que describen con tenacidad los momentos que el movimiento obrero cordobés debía afrontar, las polémicas y las tareas urgentes de la clase junto al pueblo. Son cartas que muestran un modelo de dirigente que no esconde su ideología, sino que es querido y admirado por ser lo que es. Y así, junto a los avances y retrocesos del proceso de lucha, puede sumar nuevos brazos para la lucha revolucionaria. Porque si había algo que René y César Gody Álvarez (secretario del PCR de Córdoba) sabían era que la liberación nacional y social no triunfaría sin la dirección de los trabajadores, con su partido independiente, liderando el frente único popular.

Las cartas son un documento vivo de la tenaz lucha contra el golpe de Estado, aun con el sindicato intervenido y con orden de captura de sus dirigentes. De la gran complejidad para empujar la lucha desde posiciones clasistas antiimperialistas. René denunció en sus cartas los planes golpistas “vengan de donde vengan”, para graficar al imperialismo yanqui o ruso y los monopolios y terratenientes asociados, frente a un gobierno de burguesía nacional débil y heterogéneo donde se entremezclaban medidas nacionalistas, con otras antipopulares como el llamado “plan Rodrigo” de mega devaluación e hiperinflación que fue enfrentado con la lucha popular y el llamado “Rodrigazo” en 1975. Gobierno donde convivían alas o sectores de derecha reaccionarios como la “Triple A” liderada por López Rega y otros comandos que asesinaban en la lucha de “aparatos contra aparatos”.

La dictadura de 1976 golpeó brutalmente a la clase obrera y tuvo una clara orientación anticomunista. Pero los chupaderos se llenaron de delegados y activistas obreros porque su exterminio era la garantía para hacer pasar el plan de la dictadura, diezmando la resistencia. La inmensa mayoría de esos dirigentes se forjaron en el gigantesco auge de luchas desatado en 1969 con el Cordobazo. Allí el movimiento obrero y popular escribió una de las páginas más importantes en la lucha de clases, dotando de un salto en la conciencia revolucionaria a miles de nuevos combatientes en el movimiento obrero, estudiantil y popular.

El golpe pudo imponerse por diversas razones. Pero fueron determinantes la fractura que las clases dominantes lograron imponer en el pueblo (expresadas en dirigentes sindicales, políticos y sociales) y la traición de direcciones políticas como el Partido “Comunista” y otros que apoyaron a la dictadura, o la falsa política de una segunda vuelta dentro de la dictadura como impulsó Montoneros.

René fue la expresión de una línea revolucionaria en el proceso de construcción y dirección de los mecánicos cordobeses, donde recogieron enseñanzas de la histórica lucha de Perdriel (planta de matrices de Renault) mostrando el potencial político sindical de los cuerpos de delegados que jugaron un papel fundamental en ese Cordobazo de 1969 y contra la dirección traidora del SMATA conducida por Elpidio Torres. Ese proceso de lucha fue de gran ayuda para la polémica de masas con el camino “foquista” de los grupos del terrorismo urbano como Montoneros o ERP.

Salamanca fue expresión del clasismo antiimperialista y anti-terrateniente en el movimiento obrero. Un clasismo que no se reduce al economicismo o al sindicalismo, ni camina presuroso de manera oportunista atrás de la burguesía nacional –que encarnaba el peronismo en ese momento– como “condición” para ganar a los obreros peronistas. Por el contrario, desde la independencia de clase no ocultó su ideología comunista revolucionaria, enfrentó las políticas anti populares y supo tejer una férrea relación con la masa peronista predominante entre los obreros mecánicos.

René Salamanca fue un obrero sencillo que vivía como pensaba y no se alejaba de sus compañeros mecánicos. Mostró desde el SMATA Córdoba otro modelo sindical, democrático, donde las decisiones fundamentales se discutían en el cuerpo de delegados por sección en las plantas, con un funcionamiento asambleario y con rotación de los dirigentes a la producción, donde esos dirigentes ganaban como un obrero calificado del gremio.

Desde el SMATA se trabajó para la unidad del movimiento obrero, expresada en la CGT combativa de Atilio López, Agustín Tosco y Salamanca. Dotaron de gran combatividad al proceso de lucha y dieron una clara señal de peligro para los jerarcas traidores como José Rodríguez y funcionarios gubernamentales que impulsaron la intervención del gremio y la destitución de la Comisión Directiva del SMATA.

A fines de 1974 Salamanca encabezó en el movimiento obrero la lucha anti-golpista que se empezaba a configurar a partir de la muerte del general J.D. Perón el 1° de julio de 1974. En sus cartas desgranó una línea antiimperialista para enfrentar el golpe que se gestaba. Esto le valió el distanciamiento con otros dirigentes combativos que no veían a nuestro país como uno dependiente y en disputa, ganados por la teoría del capitalismo dependiente y que no tenían o negaban el carácter social-imperialista de la URSS.

Las cartas hablan por sí solas de la complejidad de ese período y del papel que debía tener la clase obrera y sus dirigentes clasistas frente a los cambios históricos que se avecinaban. Los obreros de SMATA pararon el día del golpe de Estado mostrando que el trabajo de la dirección de su gremio había calado en la conciencia de esos trabajadores. Luego vendrían otras huelgas obreras como la de los ferroviarios, que contagió en duras condiciones a otras formas de resistencia obrera y popular que dieron nacimiento a movimientos como el de las Madres de Plaza de Mayo, que serán el ejemplo de la lucha contra la dictadura.

Sin lugar a dudas los trabajadores necesitan de dirigentes como René para enfrentar la opresión y las políticas antipopulares en la lucha cotidiana, abonando el camino hacia la liberación nacional y social en marcha al socialismo. René fue secuestrado la misma madrugada del golpe de Estado hace 40 años. No pudieron quebrarlo con la tortura, porque derrotó a sus verdugos con el silencio y puso por delante entregar su vida antes de “preservarla” a costa de la traición. Nuevos dirigentes surgirán y recogerán las banderas de la emancipación de la clase y con ellos del pueblo luego de que otros cayeran defendiéndola.

Marzo de 2016

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