Andrés Data era jefe comunal de Villa Cerro Azul. Pero debió dejar el cargo, repudiado por su apología de la dictadura. Villa Cerro Azul es un pueblito cordobés de alrededor de 400 habitantes ubicado al norte de la capital provincial, en Sierras Chicas. Conversamos con Manuela López Mohamed, vecina.
–¿Qué pasó?
–El lunes 16 de noviembre, con una importante movilización en la puerta de la Comuna (casa de Gobierno), las y los vecinos del cerro logramos la suspensión sin goce de sueldo hasta fin del mandato del jefe comunal Andrés Data, junto a un pliego de reivindicaciones populares. El punto de inflexión sucede luego de que Data publicara en su estado de wasap la imagen de Videla con la frase “Propiedad Privada”; al mismo tiempo que su pareja, Rocío Pérez, usó la imagen de Hitler y la frase “yo tengo un campito para que ocupen”. Y no contenta con eso, continuó atacando a quienes luchamos por el aborto legal, mencionando a la estudiante de FADU que hizo la esvástica en un trabajo y paradójicamente apelando a la libertad de expresión para excusarse de sus publicaciones, entre otras cosas. Estos hechos, con clara alusión, se enmarcan en provocaciones hacia un sector del pueblo que venimos organizándonos y abriendo un profundo debate en torno al uso de la tierra, enfrentando los negociados inmobiliarios y extractivistas que están destruyendo el ecosistema y agotando los recursos naturales que tenemos en nuestro ejido, el cual pertenece en su totalidad a la Reserva Hídrica Va. Cerro Azul.
–¿A qué sector político responden?
–Data pertenece a Hacemos por Córdoba, del gobernador Schiarretti. En Cerro Azul venía gobernando desde hace nueve años de un modo autoritario y discriminatorio, que usaba el miedo y la persecución como herramienta de poder, con un manejo antidemocrático del órgano de Gobierno sin presentar balances públicos, sin convocar asambleas (el órgano legislativo de la Comuna), manteniendo comisiones totalmente irregulares, y paradójicamente apelando a la “libertad de expresión” para excusarse de sus publicaciones, entre otras cosas.
–¿Cómo lograron sacarlo?
–Frente a esas publicaciones, que levantaban las figuras de genocidas y que hacen apología del terrorismo de Estado, los y las vecinas que ya venimos participando en diferentes organizaciones, convocamos a una asamblea en el río. El Nunca Más resonó fuerte en el sentir de todos los presentes y fuimos dilucidando que esas publicaciones eran la expresión ideológica del accionar que venía teniendo desde que asumió su mandato. Votamos convocar a todos los vecinos a una marcha de repudio y armamos comisiones de trabajo para organizarnos. Rápidamente, logramos que tomara relevancia mediática el comunicado de repudio que había hecho la Unión Vecinal (partido opositor) y la noticia alcanzó medios nacionales. Empezaron a llover adhesiones de organismos de DDHH, organizaciones sociales, partidos políticos, agrupaciones y en el camino, Data publicó en su face una carta de disculpas que eliminó al rato y varios miembros del oficialismo de Cerro Azul (Hacemos por Córdoba) hicieron una carta despegándose de él y repudiando sus publicaciones.
La marcha fue muy numerosa, pese al horario y el calor. Estuvo teñida de arte y pañuelos blancos. Recibimos adhesiones de Sonia Torres, Nora Cortiñas y la presencia de Taurino Atencio, figura del Cordobazo, quien pronunció unas palabras de apoyo. En la puerta de la Comuna, luego de una intervención artística, Natalia Di Pace (hasta entonces Secretaria Comunal por la Unión Vecinal), leyó la carta que elaboramos comunitariamente donde le exigimos la renuncia a Data. Fue firmada por más de 100 personas presentes y entregada en mesa de entrada.
Luego de la marcha, el oficialismo nos ofreció la suspensión, sin goce de sueldo hasta fin de mandato de Andrés Data. Realizamos una asamblea de vecinos en la puerta de la Comuna de más de 50 personas, con el asesoramiento de un abogado, definimos un mandato para que “La Nati” de UV llevara a la Comisión los puntos en pos de ir por la democratización del gobierno que exigimos a cambio de aceptar la suspensión de Data.
El lunes, con una convocatoria sostenida de unas 40 personas desde las 7 de la mañana hasta que terminó la reunión alrededor del mediodía, María Laura Wherli (nueva Jefa Comunal), firmó el compromiso de cumplir el mandato de asamblea y Data fue suspendido hasta fin de mandato por la Comisión.
–¿Cómo siguen?
–Este proceso nos fortaleció en la organización popular que tiene historia con la asamblea del cerro y Unión Vecinal (con foco principal en la defensa del ambiente y el reclamo porque se cumpla con hacer asambleas) y venía creciendo el último tiempo con nuevos grupos que se fueron formando en torno a diferentes necesidades (el movimiento de mujeres, la huerta comunitaria, la defensa de la Reserva Hídrica, la Mesa de Niñez, vecinxs por la prevención y combate del fuego, etc.).
Entre los puntos por la democratización del gobierno, la asamblea reclamó que se creen las Subcomisiones participativas. Se respira aire de construcción de un nuevo pueblo cuando vas por la calle y te cruzás vecines que están yendo a su reunión de Subcomisión. Así comenzamos esta semana. Y el 25 (de noviembre) hicimos nuestra primera actividad pública como Movimiento de Mujeres y Disidencias Va. Cerro Azul, con una intervención artística y el apoyo de la Comuna para conmemorar el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres. Cerramos con un conversatorio donde definimos acciones concretas para acompañar a una vecina que está siendo atacada y amenazada por usurpadores del sector de Data. Esta lucha por un Cerro democrático, participativo y tranquilo, recién empieza, pero va creciendo con fuerza.